VECINOS
INUNDADOS Y UN RESARCIMIENTO QUE TARDA EN SER COBRADO
Maru Lopes y
el Maldonado
21/05/2013
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Maru Lopes, integrante de la Junta de la Comuna 10, comparte
a través de esta nota las distintas consideraciones que
surgieron luego de la gran inundación que afectó al barrio
el pasado 2 de abril. El Maldonado, ese arroyo invisible que
corre bajo nuestro suelo, hundió en la desesperanza a miles
de vecinos que confiaron en el discurso del actual Jefe de
Gobierno. A pesar de las obras realizadas el barrio se
inundó como nunca en su historia, y para empeorar el
panorama, el proceso para cobrar el resarcimiento (mal
llamado subsidio) es engorroso, al punto que un mes después
solo unos pocos han cobrado el cheque correspondiente.
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Maru Lopes
empieza su relato sin mediatintas: "Este gobierno
ineficiente viene a complementar la tarea de otros gobiernos
ineficientes: el resultado concreto de tener gobiernos
comprometidos con grandes empresarios nos trajo hasta acá".
Seguidamente Lopes ensaya una suerte de diagnóstico sobre
las causas del desastre: |
"Desarrollo
inmobiliario indiscriminado, reducción de espacios verdes e
impermeabilización casi absoluta de una ciudad que se torna
cada vez más inundable".
"Desde la
época de Ibarra, pasando por Telerman, y ahora con el
deficiente gobierno de Macri, somos testigos de los
negociados inmobiliarios que incluyen la proliferación de
mega torres (con sus grandes pozos impermeabilizados) en
barrios donde había casas bajas con fondos de pasto
(absorbente!) problema que se profundizará con la
construcción de torres en los terrenos ferroviarios de
Palermo, Caballito y Liniers decidida mediante el Pacto
PRO-K; la reducción de los espacios verdes en plazas, el
cemento que avanza sobre los adoquines, la falta de control
de las empresas de mantenimiento y limpieza".
Las
obras hidráulicas: mal hechas y no resuelven
Ya había
fracasado el “aliviador” para el Arroyo Vega, que endeudó a
la Ciudad con el Banco Mundial en 200 millones de dólares, y
NO resolvió el problema de las inundaciones en Cabildo.
Macri, que no
quiso ser menos que Ibarra y Fatala, decidió construir su
propio aliviador, en este caso, en el arroyo Maldonado (bajo
la avenida Juan B. Justo), con un presupuesto de más de 300
millones de dólares.
Curiosamente,
los especialistas son los vecinos, y los funcionarios no
tienen respuesta ni conocen la problemática. Errores
técnicos, desidia, falta de control, se combinan de manera
explosiva y dejan indefensos a los que vivimos en la Cuenca
de uno de los tantos arroyos entubados que tiene Buenos
Aires.
El
problema de no descentralizar
Después de la
última inundación, al igual que después del huracán del 4 de
abril de 2012, la Ciudad encontró poca respuesta del
Gobierno de la Ciudad, algo que el macrismo trasladó también
a las Comunas: Sedes Comunales cerradas, subsidios
insuficientes que intentan compensar con créditos blandos,
escaso personal para atender al público, ausencia de
convocatoria tanto a sesión extraordinaria de la Junta
Comunal como del Consejo Consultivo. En suma, volvieron a
ningunear a las Comunas y a paralizarlas y las cosas que se
hacen son gracias a la solidaridad y esfuerzo de l@s
trabajador@s.
Desde el MST
siempre explicamos que la Comuna como último eslabón, debía
funcionar en momentos de emergencia, y que con los Comuneros
a la cabeza, todo su personal tenía que girar a atender las
dificultades de los vecinos, respetando sus derechos como
trabajadores que hacen al pago de sueldos dignos, buenas
condiciones laborales, pago de horas extras, compensatorios,
etc.
La
respuesta de la gente
Ante este
panorama, y con la duda tremenda de por qué esta vez el agua
no se amontonó en Palermo (que geográficamente es más bajo
que Versailles), fue la organización en Asambleas y la
solidaridad entre vecinos lo que hizo que la situación no
fuera peor aún y permitió acceder, por ejemplo, a reunirse
con Capdevilla (NdR: Director de la Unidad de Proyecto
Especial del Arroyo Maldonado) y enseñarle como y porque no
funcionan estas obras faraónicas.
La Junta
Comunal va a salir a colaborar con el proceso de
verificación de damnificados.
El proceso
para cobrar el resarcimiento (mal llamado subsidio) es
engorroso y nunca se brindó un cronograma informativo a los
vecinos sobre los plazos de visita, aprobación del trámite y
fecha de cobro; al punto que un mes después solo unos pocos
han cobrado el cheque correspondiente, y varias decenas
solamente han sido verificados para completar el trámite que
les permite cobrar el dinero.
Los
“subsidios” son insuficientes, con sumas que no llegan a
cubrir la totalidad de los daños materiales que costaron
años de trabajo y esfuerzo, ni hablar de los daños
emocionales por pérdidas irreparables de seres queridos y
fieles acompañantes de la casa.
Al mismo
tiempo, lo más grave en lo inmediato termina siendo subsanar
la falta absoluta de personal que cumpla el rol de
inspectores, para poder verificar el daño causado por la
tormenta y así presentar el formulario para efectivizar el
pago.
Aunque la
Comuna viene siendo ignorada sistemáticamente por el poder
central con la anuencia de sus representantes locales, en
esta ocasión, el Presidente de la Junta apeló a todos los
Comuneros para agilizar la verificación. Independientemente
de que sabemos que los subsidios no alcanzan y de la falta
de claridad sobre los procedimientos y plazos, la necesidad
de los damnificados no puede esperar para recibir el
paliativo. Por eso, desde el MST, nos pusimos a disposición
para colaborar con el proceso de verificación estando en la
calle, recorriendo hogares que se inundaron para acelerar la
verificación e impulsar que el cobro se efectivice
rápidamente.
Maru Lopes