Dramaturgo, actor y
director, en su
multifacética trayectoria
profesional Rodrigo Cárdenas
desarrolló una obra exitosa
y abundante. Como autor de
teatro cuenta diez piezas ya
estrenadas. Obtuvo el
Segundo Premio Nacional por
La última lluvia y fue
ganador de la primera Bienal
de Arte Joven con su obra
Hijos nuestros. Por su rol
de actor, fue nominado a los
Premios ACE como mejor actor
de Teatro Off por "El chico
bomba", y como autor de
televisión formó parte de
los equipos autorales en "La
Banda del Golden Rocket",
"De corazón", "Un mundo de
sensaciones", "Mar de fondo"
y "Afectos especiales".
La obra abarca el período
que va de 1963 a 2003 y pone
en escena a los distintos
integrantes de una familia
tradicional pequeñoburguesa,
donde un hombrecito convive
con dos madres, un padre,
una tía con Alzheimer y sus
dos mujeres, todos juntos y
al mismo tiempo en un
departamento situado en Las
Heras y Coronel Díaz.
Farolito lucha y trabaja
para superar esos obstáculos
a través de 40 años de
historia argentina.
Por su parte Aldana C.
Miller, de Espectáculos de
acá, comenta: Farolito vino
a este mundo – ¿cayó
abyecto? – en 1963. No en
cualquier parte… En nuestro
país. En esta Argentina con
sus vaivenes políticos,
económicos, sociales… La
música nos ubica en la
época, nos recuerda momentos
propios, nos muestra etapas
de los personajes… ¿Y el
texto?: texto, música,
expresividad, alegría,
encanto, dolor, desencanto,
comedia, tragedia, risa
cómplice y grito
desgarrador… Todo lo que le
pasó a Farolito y lo que nos
pasó a nosotros se une de
manera inevitable: reímos
con Farol y con nosotros;
lloramos por Farol y por
nuestras propias desgracias.
Un auténtico sube y baja,
una montaña rusa de
emociones y sentimientos, de
añoranzas y recuerdos que ni
siquiera sabíamos que
teníamos guardados y que van
apareciendo ante cada
momento feliz, ante cada
frustración…
Y cerramos con la crítica
que Patricia Rafaelich
realizó para Show on line:
Con una muy buena
utilización del recorte y
del archivo, iremos
asociando momentos de la
peregrinación existencial de
Farolito con acontecimientos
concretos del grotesco
enredo de nuestra nación.
Todo ello anclado
virtuosamente en canciones
populares que marcaron
épocas y que hoy día las
identifican. Vertiginoso
ritmo que se impone a la
narración, por la
interesante relación que se
establece entre música y
memoria, por la ocurrente
adaptación de una postura
teórica abstracta a la
experiencia real e histórica
Argentina, y por el mensaje
final que se propone, el
cual nos deja con buenas
expectativas para el devenir
de Farolito. Para acercarse
con confianza.
Carlos Davis
Fuente: Prensa
Teatro gratuito en la Comuna 10