LOS VECINOS SE
MOVILIZAN PIDIENDO SEGURIDAD
En defensa
del Corralón
de Floresta
18/12/2012
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Debido a la
serie de sabotajes y robos sufridos en las últimas semanas
en El Corralón de Floresta, los grupos que trabajan en dicho
lugar han decidido ganar la calle para llamar la atención de
las autoridades y exigir una pronta solución. Por este
motivo es que hacen una invitación abierta a todos los
vecinos de la zona para que apoyen esta lucha acompañando
con su presencia. La movida callejera extiende su pedido de
seguridad a todos los espacios públicos, sociales y
culturales. El corte con movilización se llevará a cabo a
las 18 hs de hoy en la puerta del Corralón, Gaona 4660.
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Convertido
en la actualidad en un foco de reencuentro cultural y
social, el Corralón de Floresta supo convertirse en un
sitio emblemático dentro de las distintas etapas
históricas por las que transitó nuestro barrio. En su
inicio era apenas un Galpón donde se guardaban los
carros y caballos que servían para recolectar los
residuos.
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Tanto los carros como
los caballos que tiraban de ellos necesitaban de un galpón
donde ser guardados, de un lugar donde los veterinarios
pudieran tratar a los animales enfermos o heridos y los
mecánicos y carpinteros reparasen las magulladas carretas.
En nuestro barrio, el
predio elegido había sido el limitado por
las calles Gaona,
Sanabria, Morón y Gualeguaychú. Por aquel entonces (1911) la
manzana era propiedad del Sr. Rígoli quien se la vende a la
Municipalidad de Buenos Aires, la cual usa el lugar para
almacenar adoquines y materiales que se utilizaban en la
consolidación de las maltrechas calles porteñas. Al poco
tiempo el Corralón adquiere su destino definitivo: servir de
guarda y cobijo a los carros de los basureros y a sus
esforzados caballos.
En las primeras décadas
del siglo, el Corralón se constituye así en una fuente de
empleo y de ayuda social, un lugar donde se escuchan y
entrelazan voces con distintas lenguas, en un espacio que se
está poblando de significado para un barrio que, sin
saberlo, comenzaba a perfilar una identidad propia,
singular, distinta a la del Flores que lo vio nacer.
Con los años y el
progreso, la tracción a sangre fue prohibida en la ciudad.
Los carros y carretas dejaron su lugar, entonces, a los
camiones recolectores.
El lugar no fue ajeno a
las luchas sociales. Hubo huelgas duras en el comienzo de
los años '60. El predio y su gente vieron aparecer a los
primeros movimientos que buscaban privatizar el tema de la
basura. Los vecinos, mientras tanto, comienzan a realizar
las gestiones tendientes a lograr la mudanza del Corralón.
El ruido, las condiciones
sanitarias y la posibilidad de ganar un espacio verde los
impulsa. En 1965 el Intendente Dr. Francisco Rabanal firma
su traslado al predio de Lacarra y Roca, sin embargo el
retiro demandó varias décadas de luchas y tratativas.
Durante los años de la
dictadura varios trabajadores del Corralón son secuestrados.
El más conocido es Maurico Silva, el cura barrendero, en
honor a quien la Legislatura instituye el 14 de junio (día
de su secuestro) como el día del barrendero. También
desaparecen Julio Goitía y Nestor Sammartino.
En el año 2000 el nuevo
Código de Planeamiento Urbano establece que el lugar debe
destinarse en un gran porcentaje a una urbanización Parque.
La empresa Solurban continúa, sin embargo, manteniendo bajo su control el
Corralón, pero una pequeña fracción (la correspondiente a
Gaona y Gualeguaychú), es destinada a paseo de juegos. En el
lugar se inaugura en el año 2004 una escultura que conmemora
a "Los chicos de Floresta", Maxi, Christian y Adrian.
Los vecinos,
representados mayoritariamente por la Asamblea barrial de
Floresta, continuaron luchando por la recuperación total del espacio
y por la construcción de una escuela media en el predio,
sueño este que finalmente se materializó en el mes de abril del
2008.
La lucha continuó...,
mientras, el Corralón empezó a ser habitado por distintos
actores. Vecinos con iniciativas fueron conformando
distintos grupos de trabajo que le dieron vida al espacio de
Gaona y Gualeguaychú. Esos mismos vecinos necesitan hoy la
presencia de seguridad para continuar desarrollando su
tarea. Parece poco, quizá lo sea, sólo se necesita de
la voluntad política para proporcionar un marco seguro al
trabajo de los vecinos. No es posible permanecer neutral
cuando se tiene una responsabilidad. No hacer NADA, en este
caso, significa hacer TODO lo posible por vaciar el espacio
público de quienes lo habitamos, para mantenernos aislados,
en silencio, ensimismados en nuestra propia
individualidad... Eso ya lo vivimos y no queremos que se
repita. Para luchar contra esa desidia es que nos juntamos a
las 18 hs en la puerta del Corralón. El barrio está
invitado.
Carlos Davis
Fuente:
Grupos del Corralón de Floresta - Notas de archivo propio