DOS PROPIEDADES
EN PELIGRO DE SER DEMOLIDAS
Una amenaza
sobre el patrimonio
16/12/2012
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No es novedad para los vecinos de la zona el saber que una
de las propiedades patrimonialmente protegidas se encuentra
amenazada por los que buscan el lucro fácil, aún a costa de
quedar al margen de la ley. En esta oportunidad la propiedad
que ve tambalear su imagen es la ubicada en la Av. Juan B.
Alberdi 3957. La pretensión es transformarla en una especie
de shopping que recibiría el nombre de "Centro Comercial
Alberdi". Los edificios amenazados son dos. Uno de ellos es
un caserón italianizante que podría transformarse en banco,
y
una torre almenada con torrecitas en cada esquina.
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Por lo que se ve en los
planos comerciales, el
proyecto va a comprometer a
dos predios históricos. Allí
se pretende construir un
“strip mall” con
estacionamiento y calles
internas de circulación
sobre prácticamente una
manzana entera. La empresa
sostiene que el lugar tiene
“planos aprobados para el
desarrollo de locales
comerciales y
estacionamiento”. |
En el predio
involucrado existen
dos construcciones de alto
valor patrimonial: un caserón italianizante
(que se ofrece para
un banco por “reflejar una fuerte imagen
corporativa”) y una segunda casona italianizante con una
torre almenada con torrecitas en cada esquina. Esto es
descripto como un “castillo medieval” que “refleja una
fuerte imagen de admiración y fortaleza”, por lo que
supuestamente “invita a empresas que como estrategia busquen
la diferenciación y la exclusividad”. El tercer edificio
histórico es la torre de agua, que prometen será restaurada
de un modo “de gran visibilidad”.
Tanto la
casona, como el “castillo” y la torre de agua tienen catalogación
estructural dentro del APH Floresta, por lo que deben ser tratados con sumo cuidado y aceptando límites
de intervención rigurosos.
De la misma manera, las
nuevas construcciones deberán (por ley) integrarse de manera
respetuosa al estilo de los edificios catalogados, por lo
que el “strip mall” deberá ser construido armonizando con
los edificios mencionados.
Sin embargo hay un
detalle que enciende las luces de alarma de los vecinos: el
cartel de obra no informa con claridad si en la aprobación
del proyecto
intervino Patrimonio de la Ciudad, y si Interpretación
Urbanística aprobó las restauraciones y dio luz verde con el
tema del entorno de lo catalogado.
Una vez mas, los
propios vecinos han de convertirse en los custodios de su
patrimonio, de sus tesoros arquitectónicos, ya que el estado
no siempre vigila con el celo que debiera este tipo de
emprendimientos. Pareciera que cuando hay dinero en danza,
todos danzan alrededor de él.
Carlos Davis
Fuente:
Página 12 - Salvar a Floresta