“Para mí el tango
es todo, es un sentimiento”, resume Baffa en una
entrevista con Télam donde repasó aspectos de una
trayectoria imponente que llega hasta nuestros días.
De hecho, el
bandoneonista está terminando de grabar un nuevo disco y
participó en la jornada de apertura del Festival y
Mundial de Tango Buenos Aires 2012 que se desarrolló en
la Usina del Arte del barrio de La Boca donde exhibió su
vigencia como instrumentista en una velada que también
incluyó la presencia de la Orquesta Típica Sub 25.
“Mientras tanto y
hasta donde pueda y Dios quiera, espero poder seguir
arriba de un escenario”, comenta el artista antes de
informar que “siempre sigo tocando, estudiando y
ensayando porque hay que estar bien de la mano y del
cerebro”.
Con esa vitalidad
que disimula el paso del tiempo, anuncia que “estoy
terminando de grabar un disco que creo que se va a
llamar `Ernesto Baffa y sus guitarras`, porque lo hago
con un trío de guitarras”.
“La verdad es que
extraño esas épocas (de los 50 y los 60) cuando no
faltaba trabajo. Hacíamos confiterías, cabarets, bailes.
No parábamos de tocar”, repasa.
Por aquellos años,
el creador ya era un requerido intérprete de larga
relación con el bandoneón, instrumento que abrazó desde
los 8 años y con el que empezó a destacarse en los
clubes de su barrio de Floresta.
Capaz de evocar
esos primeros pasos, relata que “a los 10 años ya tocaba
en un bar” y en 1948, con tan sólo 15 años, pasó a
integrar la orquesta de Héctor Stamponi y Roberto
Rufino.
"Me probaban y
quedaba en la orquesta. A uno lo ayudaban: yo era un
pibe sumiso, y cuando debuté me estaban escuchando
Troilo y Francini, quienes me aconsejaban `pibe,
tranquilo`, mientras yo, aunque no se notara, temblaba
como una hoja", recuerda.
El pase a la
orquesta de Aníbal Troilo marcó uno de los puntos más
altos en su carrera profesional, ya que durante 14 años
(entre 1957 y 1971) fue el “fueye cadenero” de la
renombrada típica de “Pichuco”.
“Estar en la
orquesta de Troilo era como tocar el cielo con las
manos, era un fenómeno con un talento tremendo”, subraya
con genuina admiración.
Pero para no
desairar a otros compañeros y hacerle honor a la verdad,
Baffa indica que la posibilidad de haber compartido
músicas también con Roberto Goyeneche, Roberto Rufino y
Astor Piazzolla, entre otros, “me permitió crecer.
Aprendí un poco de todos ellos”.
Por los años 60
además empezó a cultivar una dupla artística con el
pianista Osvaldo Berlingieri (nacido el 20 de febrero de
1928) que todavía entrega antológicas maneras de abordar
e interpretar la música ciudadana.
“Baffa-Berlingieri
es una marca tremenda. Hace más de 50 años que andamos
el mismo camino. A veces por la calle me dicen `adiós,
Berlingieri`, porque lo asocian a un nombre propio",
concluye con satisfacción.
Carlos Davis
Fuente:
Telam - Todo tango