LOGRO DEL EQUIPO 
					ARGENTINO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE
					
					Un recuerdo 
					que no se desvanece
					
					09/10/2011
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					Los restos del 
					militante social Hugo Julián Luna, oriundo de Purmamarca, 
					tardaron casi treinta años en recibir un sepelio digno, con 
					nombre y apellido, rodeado por fin de sus familiares, amigos 
					y compañeros. Sus restos fueron ubicados en un cementerio de 
					General Lavalle, Partido de la Costa, provincia de Buenos 
					Aires y volvieron a su tierra natal jujeña para ser 
					inhumados el sábado 24 de septiembre. El anuncio del 
					hallazgo fue realizado por la familia Luna y Familiares de 
					Detenidos y Desaparecidos de Purmamarca y se logró gracias 
					al trabajo realizado por el Equipo Argentino de 
					Antropología Forense. Hugo Julián Luna estuvo detenido en El Olimpo.
                  
                    
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													Luna era maestro mayor de 
													obra y estaba a punto de 
													recibirse de ingeniero civil 
													en la Universidad de la 
													Plata cuando desapareció. 
													Era hijo de Dalmira Quival y 
													Gregorio Luna. Fue 
													secuestrado el día 17 de 
													junio de 1978 de una obra en 
													construcción de viviendas 
													que dirigía en la localidad 
													de Quilmes, Provincia de 
													Buenos Aires.  | 
                  
					
											
													
													
													
													
													Por informes e investigaciones se sabe que fue 
					llevado al Campo de Concentración “El Olimpo” donde estuvo detenido – 
					desaparecido recibiendo torturas junto a otros compañeros, 
					hasta el día de su muerte. Sus restos fueron encontrados en el Cementerio de General 
					Lavalle, Partido de la Costa, provincia de Buenos Aires. 
					
					“Sobre el compañero Hugo Luna se puede decir muchas 
					cosas, de su infancia, de su adolescencia, de su 
					autoformación. Cómo siendo humilde pudo llegar a Buenos 
					Aires a trabajar y estudiar, construir su casa, sostener una 
					familia y militar en lo social. Era muy reconocido en 
					Ezpeleta donde trabajó en viviendas para sectores humildes. 
					Por esa entrega y compromiso fue objeto de persecución”, 
					destacaron Familiares de Detenidos y Desaparecidos de 
					Purmamarca.  
					
					“Esta recuperación de los restos pone en evidencia los 
					crímenes de lesa humanidad cometidos por la Dictadura 
					Militar a partir de 1976 hasta la llegada de la democracia. 
					Por siempre los recordaremos. Sin memoria no hay historia”, 
					expresaron.  
					
					El trabajo de la 
					Antropología Forense
					
					Inmediatamente después 
					de recuperada la democracia y que entrara en funcionamiento 
					la CONADEP comenzaron a realizarse exhumaciones porque se 
					sospechaba que muchas de las tumbas NN podrían estar 
					ocultando desaparecidos asesinados sin identificar. 
					
					
					Pronto fue evidente que 
					se necesitaban métodos científicos para reconstruir la 
					memoria. La CONADEP y las Abuelas de Plaza de Mayo tomaron 
					la iniciativa y viajaron a Estados Unidos donde recibieron 
					el decisivo apoyo de la Asociación Americana para el Avance 
					de la Ciencia. 
					
					Se creó así una base de 
					datos genéticos en el Hospital Durand de Buenos Aires, 
					mientras que un equipo de antropólogos forenses organizados 
					por Clyde Snow comenzaba a organizar su trabajo. Así fue 
					como 1986 se creó el Equipo Argentino de Antropología 
					Forense (EAAF), como una organización no gubernamental y sin 
					fines de lucro. 
					
					Al decir del propio 
					Clyde Snow: "por primera vez en la historia de la 
					investigación de violaciones a los derechos humanos 
					empezamos a usar metodología científica para investigar 
					estos crímenes. Aunque empezamos de a poco, produjo una 
					verdadera revolución en el modo en que se investigan las 
					violaciones a los derechos humanos. La idea de usar la 
					ciencia en el área de derechos humanos comenzó aquí en la 
					Argentina y ahora se usa en todo el mundo. El equipo llevó 
					la idea a todo el mundo y ayudó a la formación de equipos en 
					otros países como Guatemala, Chile, Perú. Los países 
					europeos tienen ahora sus equipos de antropología forense. 
					Pero los argentinos fueron los pioneros... Cuando comenzamos 
					a trabajar, prácticamente todo mi equipo recibió amenazas de 
					muerte. Yo mismo recibí algunas llamadas nocturnas extrañas, 
					pero como mi español era malo apenas si entendía lo que 
					ellos vociferaban. 
					
													 Carlos Davis
					
													
													Fuente: El 
													libertario.com - Notas de archivo 
													propio