El elegido, tras varias idas
y venidas, fue San Martín de
Tours quien murió el 8 de
noviembre del 397. Su
sepelio se produjo 3 días
después, es decir el 11 de
noviembre, fecha que
finalmente fue adoptada para
su celebración.
Un poco de historia: "la
elección del Santo Patrono"
La reunión de los
cabildantes se produjo el 20
de octubre de 1580 con un
único objetivo: definir al
santo patrono de la ciudad.
Pero,
¿cómo hacer la elección?,
¿qué nombrel proponer de la larga
lista de ejemplos de la
religión católica apostólica
romana?. Estas preguntas
no tardarían en encontrar
respuestas...
Según
la nebulosa información, los ediles
españoles tomaron un
sombrero e introdujeron en
él sendos papelitos donde
figuraban los nombres
propuestos. Una mano
revolvió el contenido y
extrajo uno. Al desplegarlo
se leyó el nombre: San
Martín de Tours. Quién habrá
sido el que propuso el
nombre de un santo francés,
fue la pregunta que la
mayoría de los presentes
debió hacerse.
Según la fe católica, San
Martín, obispo de Tours,
nació en Sabaria, en la
Panonia (actual Hungría).
Hijo de un tribuno militar,
a los quince años, lo
alistaron para servir al
ejército de Constancio y más
tarde al de Juliano de
Apóstala. Cuenta la
documentación religiosa que
en un día frío de invierno
Martín, entrando a Amiens
(Francia), fue interceptado
por un anciano que semi
desnudo y tiritando de frío
le pidió una limosna. El
santo, que por entonces se
instruía en la fe católica,
tomó su capa militar y cortó
un pedazo con su espada para
entregarle el trozo de tela
al mendigo. Después de ser
bautizado, el joven, dejó
las armas, se dedicó a la
caridad y a transmitir la fe
católica. Volvió a Hungría
donde convirtió a muchos,
pero los arrianos lo
expusieron al azote público
y al destierro.
Después de pasar por un
monasterio en Milán y volver
a las Galias (Francia), fue
elegido obispo de la
diócesis de Tours y, dada su
humildad, debieron llevarlo
engañado a cumplir
funciones, diciéndole que un
enfermo necesitaba de su
servicio religioso. Con
numerosos milagros,
curaciones y todo tipo de
actos de inmensa caridad a
lo largo de su prolongada
vida, murió el 8 de
noviembre del 397, pero como
su sepelio se produjo 3 días
después es el 11 de
noviembre el día de su
celebración.
La leyenda se unió entonces
con el peso simbólico de la
tríada en la fe católica. Se
dice que los electores,
reunidos en la apenas
re-fundada Santa María de
los Buenos Aires, volvieron
a introducir el nombre de
San Martín en el sombrero
insatisfechos por su
“nacionalidad” y que el
nombre salió dos veces más
(es decir tres veces
consecutivas).
¿Por qué volvían a
introducirlo en el sombrero
si no querían que salga
elegido? Quién sabe; quizás
supusieron que el azar
estaba evidentemente fuera
de juego y que, al salir
tres veces consecutivas el
mismo nombre, no cabía otra
respuesta que adjudicarle la
razón a un mensaje divino.
Agotando las tesis, también
puede que más de uno haya
propuesto a San Martín de
Tours o lo que es más que
todos lo hayan propuesto
ignorando que el resto había
hecho lo propio... pero así
las teorías podrían rondar
los límites de lo increíble.
En síntesis, mil conjeturas
pueden partir de la leyenda
sobre la elección del 20 de
octubre. Lo cierto es que
desde entonces San Martín de
Tours se convirtió en el
santo patrono de la ciudad
de Buenos Aires y su día se
celebra los 11 de noviembre.
Carlos Davis
Fuente:
Prof. Arnaldo Miranda - Notas de archivo propio