En este proceso, hay quienes
se encargan de “contar la
historia” de lo sucedido y
quienes son posicionados en
el lugar de “la escucha y el
aprendizaje”.
Para tratar de transformar
este juego bipolar, el Proyecto
“Memorias de la última
dictadura militar"
propone la reflexión sobre
los llamados “vecinos”,
sujetos que tienen y han
tenido experiencias
cotidianas en torno al
espacio donde funcionara el
Centro Clandestino de
Detención (CCD) conocido
como “Automotores Orletti”,
incluyendo de esta manera a
actores sociales que
normalmente son ignorados.
El abordaje de los
investigadores busca
documentar aquello que se
encuentra no documentado, y
las memorias de los
“vecinos” son parte de lo no
registrado, mostrando la
manera en que los CCD
interactuaban con el espacio
social circundante.
Los vecinos, en general, no
conciben su experiencia como
"testimonio". La lógica del
"saber - no saber"
fue dando paso sin embargo a la
descripción de lo "experienciado".
De esta manera, surgen
relatos sobre experiencias
personales, o transmitidas
en torno a la presencia
militar en el barrio y a la
percepción de hechos de
violencia ligados a la
represión, tales como gritos
y disparos, entre otros.
Dos pequeños relatos
Jorge.- Jugábamos al
fútbol justo en frente, al
lado de la vía del tren… nos
pasábamos la vida ahí (…)
Recuerdo que veíamos a gente
haciendo guardia en la
terraza (cuenta que estaban
vestidos de civil)… tenían
revólveres y ametralladoras
Uzi (comenta que esto era
raro porque no eran armas de
“las fuerzas”, pero que en
ese momento no se daba
cuenta)… también tenían un
Torino todo blindado, me
acuerdo porque era igual al
que tenía un sindicalista
muy conocido… no recuerdo el
nombre. Nos llamaban mucho
la atención las armas y los
autos. (…) Una vez, llegamos
temprano a jugar al futbol y
estaban jugando ellos…
Julio.- Me acuerdo un
día estar sentado en la
puerta de mi casa a la
tarde, fumando y un auto en
contramano por San Nicolás,
un Falcon, a la vuelta de mi
casa estaba Orletti, venían
con alguien adentro, habían
secuestrado a alguien, yo en
ese momento no… después
analicé, verle la cara al
tipo que estaba en la
ventanilla, digamos el que
manejaba como venía de
contramano estaba del otro
lado, yo no lo ví, pero al
que estaba en la ventanilla
sí. Tengo la cara de ese
tipo que si lo viera ahora,
lo reconocería; tenía un
arma en la mano, la tenía
así, no? (con el antebrazo
apoyado en la ventanilla y
el arma en la mano) era de
exaltación, venían de
conseguir una victoria,
venían con la presa, como
que cazaron algo. Yo le
grité: ‘estás de contramano,
ehhh!!’ y el tipo me miró y
se sonrió e hizo así
(agitando el arma), como
diciendo pibe! Yo después
con los años me di cuenta
que me estaba diciendo: “Acá
los dueños somos nosotros,
si queremos ir en contramano
vamos en contramano…
Para aquellos vecinos que
deseen conocer detalles de
este proyecto realizado
entre la Facultad de
Filosofía y letras
dependiente de la
Universidad de Buenos Aires
y la Asamblea Barrial de
Floresta sugerimos visitar
el blog "Memorias de
Floresta":
https://memoriasdefloresta.blogspot.com
.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Asamblea Barrial de Floresta