EL REPRESOR
URUGUAYO estaría a punto de ser extraditado
Cordero hace
las valijas
21/01/2010
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Los abogados del
represor uruguayo Manuel
Cordero Piacentini habían quemado, hace unos días, su último
cartucho:
pretender que la Corte Brasileña lo exculpe y aplique en su
caso la Ley de Amnistía local. A pesar de esto, la Policía
Federal de Brasil lo detuvo en su casa de Santana do
Livramento para cumplir con la extradición resuelta en
agosto por el Supremo Tribunal Federal (STJ). Cordero
manifestó experimentar un malestar físico por lo que se lo
dejó internado en observación. La intención del gobierno de
Lula es concretar cuanto antes el traslado para permitir que
Cordero declare ante el juez Norberto Oyarbide.
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Si a esta altura algo está
claro es que Cordero tenía
decidido luchar hasta último
momento para evitar su
regreso a la Argentina.
Seguramente sabe que, de
comprobarse los crímenes que
se le endilgan (lo cual
prácticamente es un hecho)
su destino está casi
cantado: pasar el resto de
sus días en prisión,
expiando su culpa. |
Por eso no
sorprendió su último manotazo de ahogado, pretender acogerse
al beneficio de la
Ley de Amnistía local
(Brasil). Ese fue el pedido presentado el día lunes pasado.
Anteriormente (hace pocos días atrás) los abogados de
Cordero habían presentado dos recursos de impugnación. En
uno de ellos
la
defensa impugna el proceso
de extradición alegando que Cordero (71
años) "ni siquiera fue
acusado en Argentina".
Los letrados también argumentaban "omisión y
violación de tesis
relevantes de defensa",
esgrimiendo "manifiesta
inviabilidad" para la
extradición.
En el mismo
orden de ideas se había presentado un
habeas corpus invocando que Cordero "sufre de graves
problemas cardíacos y que necesita urgentemente de una
cirugía" por lo que se pidió autorización para que pueda
viajar a Porto Alegre con el objeto de realizarse distintos
exámenes del corazón.
Cordero también realizó
una denuncia por acoso contra dos periodistas uruguayos que
simplemente lo fotografiaron en la vía pública, paseando, es
decir, violando su prisión domiciliaria.
Síntesis del caso
Cordero, ex coronel y agente
de inteligencia del ejército uruguayo, fue detenido en
febrero de 2007 en la ciudad brasileña de Santana do Livramento por sendos requerimientos de la justicia
argentina y uruguaya.
Al ser
indagado por las autoridades de Porto Alegre negó haber
operado en Automotores Orletti. Afirmó que había sido
indultado por Menem y que estaba siendo víctima de una
venganza... Cordero negó haber participado en la represión
de uruguayos en Argentina en el marco del Plan Cóndor.
A pesar de sus dichos,
la justicia argentina insistió con el pedido de extradición
y estuvo a punto de conseguirlo en junio del 2008.
Sin
embargo, el 12 de
setiembre, el Juez
Marco Aurelio Mello, votó contra la medida.
A juicio del
magistrado brasileño, Cordero no debía ser extraditado a
Uruguay, porque tiene preferencia el país donde ocurrió el
delito, y tampoco a Argentina, porque los delitos de
homicidio y formación de banda ya habrían prescrito.
Defensores de
los Derechos Humanos de los tres países involucrados
rechazaron enfáticamente la posición por considerar que va
contra la jurisprudencia internacional, habida cuenta que
los crímenes de lesa humanidad no prescriben, ni son
susceptibles de gracia o beneficio.
El caso Cordero
hoy
Cordero venía
cumpliendo
(no muy rigurosamente)
prisión domiciliaria en su casa de Santana do Livramento,
Rio Grando do Sul, situación que arrastraba desde su
detención en el año 2007. El militar retirado está casado con
una brasileña desde hace 32 años. Sin embargo quedó claro, a
partir de las fotos tomadas en diciembre pasado por los
periodistas uruguayos Gerardo Hernández y Omar Leyera, que
el beneficio de la prisión domiciliaria era violado
sistemáticamente por Cordero. La única defensa ensayada por
el represor consistió en denunciar a los periodistas por
"acoso", acusación que fue desestimada por las autoridades
ya que las fotos habían sido tomadas en la vía pública.
El pedido de
extradición de la justicia argentina finalmente fue elevado
al Superior Tribunal Federal (el equivalente a nuestra Corte
Suprema de Justicia) quien aceptó la acusación
contra Cordero, a quien se hizo responsable de once
desapariciones y el secuestro de un niño.
Este último
delito se refiere a la desaparición de un niño argentino en
1976, que reapareció luego en el 2002. El caso se inició con
la denuncia de la madre del niño, Sara Méndez, quien fuera
secuestrada en Buenos Aires el 13 de julio de 1976. El hijo
de Sara, Simón Riquelo, que por aquel entonces tenía apenas
22 días de vida, fue robado y entregado a una familia
sustituta. Sara fue torturada por Cordero en
Automotores Orletti, trasladada ilegalmente a Montevideo,
recluida en otros dos "pozos" y condenada a 5 años de cárcel
por la Justicia militar.
Desde su
liberación, Sara Méndez se constituyó en un símbolo de la
búsqueda de los niños desaparecidos y en 2002, veintiséis
años después, logró encontrar a su hijo Simón que había sido
entregado a la familia de un policía argentino.
A dias del
regreso
El vocero del
gobierno de Lula que informó sobre la detención de Cordero
explicó que “se sintió mal y fue hospitalizado”, pero “no
bien mejore será entregado, por Uruguayana o en vuelo de
Porto Alegre a Buenos Aires”.
Carlos Davis
Fuente:
Página 12 - El patagónico - Notas de archivo propio