"HAY VOLQUETES
EXISTENCIALES DONDE VAN A PARAR LOS EXCLUIDOS"
Misa por los
excluidos
08/09/2009
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Por segundo año
consecutivo, el Cardenal Bergoglio ofreció una misa
acompañado por los cartoneros y costureros y por todos los
que padecen pobreza, exclusión y esclavitud. Bajo el lema de
luchar "con esperanza, denuncia y compromiso para una
sociedad sin esclavos, ni excluidos", la misa se realizó el
viernes pasado (Día del Inmigrante) en la Plaza Constitución
y estuvo organizada por el "Movimiento de Trabajadores
Excluidos" y la "Cooperativa La Alameda", organizaciones que
en varias oportunidades realizaron denuncias de trabajo
esclavo, trata y prostitución.
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La
elección del lugar donde se llevó a cabo la misa no fue
una cuestión de azar. Por el contrario, lleva toda una
carga simbólica. Constitución es el barrio donde se
concentran buena parte de las denuncias de trata,
trafico, trabajo esclavo, narcotráfico y prostitución
que la Alameda y el MTE han motorizado junto a la
Defensoría del Pueblo.
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Por esas denuncias,
tanto la Alameda como el MTE han sufrido intimidaciones,
amenazas y golpizas. Sus dirigentes declararon antes de la
misa: "Estamos en defensa de valores universales, valores
básicos de derechos y dignidad humana. Saludamos la valentía
de Bergoglio, y en su nombre el de la Iglesia Católica, en
alertar una vez más contra las mafias y explotadores que
degradan a miles de compatriotas y migrantes".
Durante la misa
Bergoglio aseguró que “en la Ciudad de Buenos Aires están
los que caben y los que sobran", en alusión abierta a
aquellos que pueden llevar un vida digna y a los que son
empujados fuera del sistema, condenándolos a vivir en
condiciones que exceden lo precario para convertirse en
indignas. En este contexto los "sobrantes" quedan a merced
de los inescrupulosos que lucran con su desgracia. Así, de
la mano de la miseria va la prostitución, la trata, el
tráfico, el trabajo esclavo y el narcotráfico.
"Tenemos que luchar
todos juntos para que esta ciudad se dé cuenta dónde ha
caído y llore. Y se corrija y haya justicia. Gritemos con
fuerza y sin miedo. No a la esclavitud, no a los que sobran,
no a los chicos, hombres y mujeres como material de
descarte", sostuvo Bergoglio durante la misa.
La misa fue organizada
por las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, las
parroquias del Decanato Boca-Barracas-Constitución, el
Departamento de Migraciones del Arzobispado de Buenos Aires,
y la adhesión del Movimiento de Trabajadores Excluidos y la
Cooperativa La Alameda.
No por casualidad la
misa se celebró el 4 de setiembre, día del inmigrante, fecha
que fue fijada en 1949 en recuerdo a la disposición del
Triunvirato que en ese día (del año 1812) abrió las puertas
y dio "protección a los individuos de todas la naciones y
sus familias que deseen fijar su domicilio" en la Argentina.
Gustavo Vera, referente
de La Alameda, intentó agradecer a Bergoglio por el apoyo
brindado a la causa. Fue justo antes de que subiera al
estrado para celebrar la misa ante decenas de desposeídos. El cardenal respondió: "Sino
hago esto me tengo que sacar la sotana. Es mi obligación. No
me lo agradezcas".
Carlos Davis
Fuente:
Prensa la Alameda - Diario Crítica - Noticias Urbanas - Notas de archivo propio.