UNA FÁBRICA
TRADICIONAL EN EL CORAZÓN DE FLORESTA
La Morocha
nos cuenta su historia
14/03/2009
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Desde 1913 se
yergue en la zona constituyendose al día de hoy en uno de
los edificios más representativos de la arquitectura
industrial de Floresta. La fábrica de hielo y manteca "La
Morocha" (Mercedes
426) se presenta
(con una puesta en valor que la muestra como en sus mejores
épocas) como un objeto valioso de nuestro patrimonio
tangible y afectivo. "La Morocha" es parte de nuestros
recuerdos, y su nombre está asociado (seguramente) a
momentos gratos vividos en el seno familiar. Asi, muchas
fiestas y reuniones habrán contado con la ayuda de su
producto, el hielo.
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En
diciembre cumplirá 96 años de presencia en el barrio.
Seguramente pocos comercios o industrias porteñas podrán
exhibir orgullosos semejante record. A pesar de los
avances tecnológicos y de los cambios de hábito que
estos han introducidos en la vida de los porteños, la
fábrica de hielo sigue estando allí, presente y vital.
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"La Morocha" abrió sus
puertas en Mercedes y
Avellaneda el 13 de
diciembre de 1913 y fue una
de las primeras fábricas de
hielo del país.
En esa época las calles eran
de tierra y la mayoría de
las propiedades del barrio
eran quintas de varias
hectáreas de extensión.
Toda la maquinaria, asi como
su chimenea de ladrillos de
50 metros de altura, fueron
traídas de Inglaterra. En la
actualidad, tanto la fachada
como su chimenea, fueron
restauradas a nuevo,
poniéndolas en valor para
orgullo de los vecinos,
especialmente de los de
mayor edad, quienes ven en
esta construcción industrial
un símbolo de la pujanza del
barrio a través de las
décadas.
13 de diciembre de 1913 -
Día de la inauguración de La
Morocha
Los primeros clientes se
acercaban con carros para
asi transportar las pesadas
barras de hielo hasta sus
casas. Estas eran utilizadas
para conservar los
alimentos, disponiéndolas en
heladeras que exteriormente
poseían un recubrimiento de
roble. Obviamente que por
aquellos años la
electricidad aún no era
moneda corriente y estaba
lejos de alimentar los
electrodomésticos que hoy
usamos.
Años más tarde aparecieron
los "hieleros" para confort
de los vecinos. Estos
trabajadores retiraban las
barras de hielo de la
fábrica y las repartían casa
por casa.
La fábrica también produjo
manteca y dulce de leche.
Estos productos eran
exportados a Europa y
vendidos entre los vecinos
en las grandes ocasiones
tales como Navidad y Año
Nuevo.
A través de los años y de
las generaciones esta
fábrica se convirtió en todo
un símbolo de momentos
gratos, de grandes festejos,
de momentos en que los
amigos y familiares se
reunían para conmemorar un
cumpleaños, un bautismo o un
casamiento , acompañando los
manjares con bebidas que
habían sido enfriadas por
las barras de La Morocha,
puestas en el piletón del
patio o en la bañera de la
casa, tapadas con una manta,
o mejor, con bolsas de
arpillera para conservar su
temperatura.
Por lo dicho, esta fábrica
constituye el hilo que
engarza los recuerdos
colectivos de toda una zona,
de todo un barrio, que supo
asociar sus buenos momentos
a este nombre simple y
sugestivo: "La Morocha".
¿Cómo se hace la
barra de hielo?
Se coloca agua dulce en
moldes que luego son sumergidos en una pileta de agua
salada, el agua salada se congela a mucha menor temperatura
que el agua dulce, Por lo que el agua salada esta a -15
grados en estado liquido y el agua dulce de los moldes se
congela formando la barra de hielo sólida, la cual después
de estar sumergida por 24 hs forma la barra de hielo
cristalina.
Carlos Davis
Fuente:
Nicolás Banyay - Hielo La Morocha -
www.hielolamorocha.com.ar