LA CULTURA Y EL
PATRIMONIO
Corso de
invierno en el Parque
08/06/2009
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Todos los
viernes de junio, el Parque Avellaneda (Lacarra esquina
Directorio) será sede de las "Noches de carnaval en el
Tambo". El ambicioso programa que se desarrollará en
las instalaciones del Antiguo Tambo, promete el desfile de murgas
porteñas y de agrupaciones de estilo
rioplatense, grupos de percusión y hasta bandas de rock.
"Los descarrilados de Parque Avellaneda" será la murga que
representará al barrio en esta movida de ritmo y tradición.
El espectáculo arranca a las 21 y la entrada es un bono
contribución de $2 más un alimento no perecedero
(obligatorio).
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Dicen que al
principio las murgas estaban formadas por un puñado de
muchachos (la barra de la esquina digamos) que salían
durante los festejos de carnaval a dar vueltas por el barrio
cantando canciones picarescas. Eran tiempos en los que no
necesariamente se relacionaba a la murga con el barrio en el
cual se gestaban, del cual provenían. |
La fiestas tomaron luego
impulso y se transformaron
en eventos socialmente
reconocidos. Recordemos los
típicos bailes de
carnaval
que se hacían en los clubes
de barrio y los corsos que
se armaban en diferentes
zonas y del cual
participaban activamente los
vecinos, ya sea como actores
o como inquietos
espectadores.
A partir de la llegada
de los gobiernos militares que siguieron a las presidencias
del General Perón el carnaval como fenómeno social fue
perdiendo impulso. La murga de a poco cayó en el
menosprecio. Los lanzaperfumes y serpentinas fueron
reemplazados por garrotes plásticos o martillos que algunos
rellenaban con arena. El público se alejó y las fiestas
perdieron el peso que originalmente tenían.
Un decreto del año '76
le dio el golpe de gracia: se levanta la condición de "días
feriados" que tenían hasta ese entonces los lunes y martes
de carnaval.
Con el resurgir de la
democracia comenzó un lento período de revalorización del
patrimonio cultural e histórico del cual los carnavales
formaban parte por derecho propio. Los "talleres de murga"
aparecieron espontáneamente en centros culturales, escuelas
y plazas de cada barrio.
Restaba que se les
restituyera a las fiestas el antiguo status de "feriado". Se
vino trabajando en la legislatura hasta que la idea maduró
en el 2004: los diputados votaron la ley que les restituía
orgánicamente el reconocimiento de antaño. Pero la alegría
duró poco ya que el proyecto fue vetado por Ibarra. El
expediente volvió a la cámara para que se lo reconsiderara y
esta reafirmó su voto promulgándose así la Ley N°1322.
En la actualidad existe
un registro de murgas reconocidas por el Gobierno de la
Ciudad que reciben distintas facilidades para desarrollar su
actividad a lo largo del año con vista a llegar de la mejor
forma para las fiestas. Pero, un mes de corsos y murgas
parecía poco para una ciudad como Buenos Aires.
Carnaval
de invierno
"La Ciudad
está llena de ciclos, pero ninguno dedicado al carnaval",
reflexiona Gabriel Figu Roel, uno de los impulsores de Los
Descarrilados de Parque Avellaneda, murga que organiza el
ciclo. Ahora, por fin, la historia parece revertirse.
El ciclo
comenzó el viernes pasado con la presentación de Espíritu Cascabelero (Lanús), Tocata en
Humboldt, La Percutora y Muchas Nueces.
Para el 12
de junio se espera la actuación de Garufa de
Constitución, Prisioneros del Delirio (Sarandí) y Zarabanda
Arrabalera
El 19 de
junio se presentarán Los Reyes del Movimiento de
Saavedra y La Runfla Murguera.
El cierre
del ciclo se producirá el 26 de junio con la actuación de Los estrellados porteños (Mataderos), La Redoblona y el
grupo Riko el Pollo.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Ministerio de Cultura GCABA - Clarín - Notas de archivo propio