VÉLEZ SARSFIELD
FESTEJA EL PRIMER SIGLO DE VIDA
Se viene la
fiesta de los 100 años
31/12/2009
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El el Club
Atlético Vélez Sarsfield festeja su primer siglo de
existencia a lo grande. Fundado en las entrañas de nuestro
barrio (en el túnel de la estación Floresta) supo
convertirse, gracias al empuje y a la perseverancia de una
dirigencia apasionada, en uno de los grandes del fútbol
argentino. Gestión que se vio coronada al consagrarse
Campeón Mundial de Clubes de la mano de su hijo pródigo:
Carlos Bianchi. Los festejos arrancarán mañana a las 17:00
hs con una caravana multitudinaria que cubrirá el trayecto
que va desde la estación Floresta hasta el estadio ubicado
en Liniers.
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Se espera que una gran
cantidad de hinchas,
simpatizantes provenientes
de distintos puntos del país
(a los que se sumarán los
vecinos de la zona) cubran a
pie esta procesión
apasionada que concluirá con
una gran fiesta sorpresa a
realizarse en la cancha del
club que, a través de los
años, supo ganarse al oeste
porteño. |
Vélez
Sársfield nació un 1° de enero del año 1910, con un nombre
largo y extraño: "Club Atlético Argentinos de Vélez
Sársfield", como reza su prolija acta de fundación firmada
por su presidente Luis Barredo y su secretario Alejandro
Doldaín.
Tres pibes
fueron los inspiradores: Nicolás Martín Moreno y sus amigos
Julio Guglielmone y Martín Portillo que lo acompañaron al
primero en aquella tarde de lluvia cuando se refugiaron en
el túnel de la Estación Vélez Sársfield (hoy Floresta) del
Ferrocarril Oeste. Allí durante la charla, nació la gran
idea. Posteriormente, en la casa de Antonio Marín se
reunieron Placido Marín, Luis Barredo, Alejandro Doldaín,
Adolfo Barredo, Nicolás Marín, Fidel Rodriguez, Martín
Portillo, Vicente Pozo, Rodrigo de la Hoz y Julio Money,
decidieron fundar una "Sociedad Sportiva". Luis Barredo
Cobián resultó elegido como el primer presidente del
flamante club que llegaría a ser orgullo del Fútbol
Argentino.
Llegó
1911 y las actividades del club estaban bastantes desordenadas. Las
reuniones eran bastantes tumultuosas y administrativamente
informales. Todos querían, esencialmente, jugar al fútbol, por eso
se decidió el 8 de abril de aquel año reorganizar la comisión
directiva. También se eligió la primera camiseta oficial, ya que
para entonces se jugaba con una integralmente blanca: "Fue aprobado
adoptar como uniforme una blusa blanca con cuellos puños punzó"
El
3 de febrero de 1912 quedó acordado el cambio de los colores del
uniforme. Dice el acta: "Serán desde la fecha camiseta azul marino
y pantalón blanco. Mientras que a moción del señor Ferreras se
resolvió que las blusas que el club usaba anteriormente servirán y
quedarán de reserva para casos de urgencia.
En
1913 la Federación obligó a usar un field de mayores dimensiones,
por eso se firmó un contrato con Juan Martín Figallo, de dos años,
por un terreno sobre la calle Escalada, más precisamente en Escalada
y Chascomús. En la sesión del 7 de febrero se incorporaron diez
nuevos socios quien se destaca José "Don Pepe" Amalfitani, quien
posteriormente se convertiría en eje fundamental de la rápida
evolución institucional. En la asamblea del 23 de Noviembre se resolvió abreviar el nombre de
la entidad que pasó a llamarse "Club Atlético Vélez Sársfield".
En 1914
se comenzó a emplear la camiseta tricolor: roja, blanca y verde.
Asimismo sugirió la posibilidad de alquilar un terreno mejor
ubicado. La nueva cancha estaría situada en un lote de propiedad de
Juan Vaccaro, del lado norte de la estación de Villa Luro, entre las
calles Cortina, Bacacay, Victor Hugo y el arroyo Maldonado, que
corría junto a la avenida Gaona en su traza primitiva, más conocida
como Camino de Gauna.
En
1915 Vélez Sársfield decidió incorporarse a la Asociación Argentina
de Football, ya que la Federación había desaparecido, por lo que la
competitividad de los torneos se hizo más dura y difícil. Corrían
los tiempos en que Don Pepe Amalfitani comenzaría a trascender con
sus propuestas y decisiones elaboradas con gran criterio. La noche
del 14 de Marzo de 1916 se resolvió el uso definitivo de los nuevos
colores: a rayas verticales, verdes y rojas apenas separadas por una
línea blanca más fina.
El 9 de diciembre se ratificaron
las gestiones para ocupar un terreno comprendido entre las calles Schmidl, Basualdo, Guardia Nacional y Pizarro, por lo que el sueño
de la cancha con tribunas ya empezaba a acariciarse.
Finalmente en noviembre del año 1923 quedó terminada la gran
tribuna de tablones de madera en la nueva cancha de Basualdo. La
tribuna tenía el clásico techo inglés y cobijaba a los socios y
directivos en sus gradas.
En
los años siguientes, Vélez continuó progresando institucionalmente.
Llegaron la tribunas cabeceras y también el primer partido nocturno en su cancha
el viernes 7 de diciembre de 1928.
Luego la historia lo llevó a
afincarse en unos terrenos que eran poco menos que bañados, lugar
donde finalmente construyó su actual estadio, a la vera del arroyo
Maldonado, con el empuje y decisión de uno de los más grandes
dirigentes de la historia del fútbol argentino, Don Pepe Amalfitani.
Los éxitos deportivos tardaron
en llegar. Hubo que esperar hasta el año 1968 para pegar el primer
grito de Campeón.
Después de una pausa de casi 25 años en la que no
hubo títulos, Vélez enebró una seguidilla de copas y campeonatos,
nacionales e internacionales, que lo llevaron a la posición que hoy
ostenta: ser uno de los equipos considerados "grandes" del fútbol
nacional, y haber consolidado las fortalezas de una institución que
es un ejemplo de humildad, mesura y sobriedad. Esto demuestra que
cuando hay objetivos claros y la dirigencia acompaña, el éxito
está asegurado...
¡ Salud Vélez !, ¡ Salud
Campeón !.
¡ Por otros 100 años de gloria !
El lado oscuro
del festejo
Lamentablemente no
todos los hinchas entienden que los festejos por los 100
años de Vélez deben, necesariamente, incluir el respeto
hacia los distintos matices que hacen a la identidad del
barrio. Vélez nació en Floresta, y Floresta está hoy
íntimamente relacionada con otro club que se afincó también
en el corazón de los vecinos de la zona: All Boys.
El barrio festejó hace
un par de años sus 150 años de vida con hermosos murales que
representan parte de nuestra historia y sentimientos. Esos
murales aparecieron, hace días, pintados con inscripciones
(como las de la foto) que no suman nada (mas bien restan) a
la grandeza del club y a los sentimientos de simpatía que
los vecinos del barrio puedan tener hacia el club que hoy
late en el barrio de Liniers...

Mi abuelo fue socio
vitalicio de Vélez, lo mismo que mi viejo, y ambos eran
también simpatizantes del Albo de Floresta. Como ellos,
centenares de vecinos deben compartir esa pasión doble que
no tiene porque ser antagónica.
Seguramente, si
vivieran, se sentirían muy amargados de ver cosas como esta.
Ese sentimiento de amargura es el mismo que hoy tienen
muchos Florestinos que entienden que la pasión no es un
sentimiento egoísta e irrespetuoso que debe aniquilar todo
aquello que es diferente. Por el contrario, un buen festejo
es aquel que incluye a todos, aun a los que van a mirar
desde el balcón de su casa el paso de una caravana
bullanguera que vestida de azul y blanco tiene motivos de
sobra para gritar su alegría a los cuatro vientos.
Carlos Davis
Fuente:
Ilusión Fortinera - C.A. Vélez Sarsfield