nuevas
configuraciones sociales y derechos
Los vecinos
se sienten discriminados
15/08/2009
- Los vecinos
del barrio, organizados en el colectivo "Salvar a Floresta",
siguen con su lucha en pos de salvaguardar el hábitat que
caracterizó por décadas a nuestra zona. Además de denunciar
al afincamiento de talleres clandestinos y al crecimiento
caótico de la zona comercial de la calle Avellaneda,
organizaron varias marchas y denuncias realizadas por temas
relacionados a la protección edilicia de construcciones
antiguas. En esta oportunidad nos hacen conocer su mirada
respecto a cuestiones que tornan débil la posición de los vecinos que cumplen
con la ley por sobre los que la violan.
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"Discriminar"
es un término que alude a la capacidad de distinguir. No es
malo en si mismo ya que refiere a la facultad que tenemos de
diferenciar. Porque discriminamos la luz verde de la roja es
que podemos convenir en ordenar el tránsito por medio de
semáforos. Convengamos, también, que el término es usado de otra forma. |
En el discurso diario
"discriminar" significa "segregar", y esta palabra define a
la operación por la cual se separa o margina a una o varias
personas de los derechos que las asisten sin mediar más que
el prejuicio, ya sea racial, religioso, sexual, social o de
cualquier otra índole.
La
discriminación (segregación en realidad), cuenta hoy
(afortunadamente) con la reprobación
de la gran mayoría de nuestra población, por lo que se la
suele advocar (maliciosamente) como medio de legitimación de
hechos que, muchas veces, caen en la ilegalidad y en el
avasallamiento de derechos reconocidos.
En este orden de cosas,
los vecinos de "Salvar
a Floresta" decidieron aprobar y hacer público un documento
en el que manifiestan sentirse discriminados y maltratados debido,
entre otras cosas, a que:
se vienen alterando las formas de la vida
social barrial y la
característica de zona residencial.
se ha generado un estado
de
anomia, de práctica exacerbada, que oculta en realidad el
incumplimiento de los deberes de los funcionarios frente a
ciertos casos de ilegalidad que se refugian, a su vez, en la
consabida frase defensiva: "me discriminan".
los resultados de
tal caos afectan
a los vecinos: ruidos, ratas, residuos, tránsito desmedido,
todo alimentado por la
violación a las normas constructivas, de comercialización,
laborales, de habilitación, impositiva, etc. El "dejar
hacer" rompió el marco de la legalidad. Casas tomadas y
talleres clandestinos forman parte hoy de la "nueva
normalidad".
paradójicamente,
quienes se dicen discriminados, han llegado a marchar
pidiendo que se los deje trabajar,
permitiéndoles violar la ley en varios sentidos: documentación de radicación
inexistente, trabajo
esclavo, inadmisibles condiciones de higiene y seguridad, evasión del control sanitario,
etc.
Según el documento
generado por los "Vecinos de Floresta", todas estas
prácticas convierten a los nativos en ciudadanos de
segunda, si se los contrasta con los “discriminados”. Estos no
son argumentos xenófobos, si no de reclamo de igualdad ante
la ley.
Por otro lado resaltan: Deseamos darle la
bienvenida a aquellas personas de buena voluntad
que decidan venir a habitar nuestro barrio. Sólo pedimos paz, respeto y
cumplimiento de las leyes, que aunque seguramente imperfectas, son las
que se encuentran vigentes y están al servicio de todos los hombres.
Carlos Davis
Fuente: Gerardo Cruz
Espeche del colectivo "Salvar a Floresta
-
salvarafloresta@yahoo.com.ar
- www.salvarafloresta.blogspot.com