SE RECUERDA LA
FECHA DE SU TRISTE PUESTA EN FUNCIONAMIENTO
A 31 años del
Olimpo
14/08/2009
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La Mesa de Trabajo y Consenso del "Olimpo" convoca a los vecinos
del barrio a una
serie de actividades que se llevarán a cabo el próximo
domingo al cumplirse 31 años del inicio de su
funcionamiento. Este Centro Clandestino de Detención Tortura
y Exterminio funcionó en el predio de
Ramón L. Falcón y Olivera
desde el 16 de agosto de 1978 hasta fines de enero de 1979.
La actividad se realizará a partir de las 16 hs para
reflexionar sobre el terrorismo de Estado y rendir homenaje
a la lucha de cientos de compañeros detenidos-desaparecidos
que por pasaron por el Olimpo.
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El "Olimpo" formó parte
de un circuito integrado por otros centros clandestinos
de detención tales como el "Club Atlético" y el "Banco".
Esta trilogía del horror estaba bajo la órbita del Primer
Cuerpo del Ejército. Los detenidos-desaparecidos fueron
trasladados sucesivamente de un centro a otro. Los
represores eran los mismos.
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Durante muchos años esta
manzana del barrio de Floresta funcionó como estación
terminal de varias líneas de tranvías (1, 2, 5, 40, 48 y 83). Por aquel entonces el
sistema tranviario de transporte era muy importante en la
ciudad y pertenecía a la Compañía Tramways Anglo Argentina (Lacarra
111)
En 1929 parte desde
este lugar el primer
viaje del nuevo servicio postal de la empresa de Correos y
Telégrafos. Con el transcurso del tiempo, con la llegada de la
modernización, comenzó a operar como una gran estación terminal de
varias líneas de colectivos. Muchos años después se instaló en el mismo
predio una Planta de Verificación Vehicular de automotores.
Más allá de estos
hechos históricos, el destino que dejó para
siempre marcada su identidad en la memoria de los vecinos fue el
dado durante el período comprendido entre el 16 de agosto de 1978 y enero de 1979.
Durante esos meses, la manzana limitada por las calles Olivera, Ramón L. Falcón, Lacarra, Fernández y Rafaela
cobijó a uno de los centros clandestinos de detención más siniestros
de la dictadura militar. Su capacidad permitía el alojamiento
simultáneo de unos 150 prisioneros. Se estima que por El Olimpo
pasaron unos 1500 detenidos.
Superada esa época
oscura, los vecinos comenzaron a buscar un destino consensuado que definiera su futura utilización.
Desde 1998, y en el Parque Avellaneda, hubo reuniones de vecinos
que tenían la intención de llevar adelante el proyecto “Buscando un
destino de uso publico para El Olimpo”. Su propósito era el de
promover anticipadamente una instancia metódica de planificación
participativa y gestión asociada para su recuperación y puesta al
servicio de la ciudad y los barrios del oeste. No debería, por lo
tanto, funcionar sólo como espacio de la memoria y de los Derechos
Humanos, sino también como ámbito promotor de nuevas prácticas
políticas democráticas, cuestión esta que finalmente se alcanzó y
que en la actualidad se desarrolla a pleno.
"Si ayer el predio
sirvió a los objetivos ocultos de una trama de poder arbitrario que
se creía impune, hoy se lo debe pensar y organizar desde un nuevo
entramado publico, abierto y transparente. Que incluya a todos los
actores de la sociedad y del estado interesados e involucrados en
aquellas cuestiones. Que quieran pensar un Olimpo de puertas
abiertas a la vida, a la memoria, a la diversidad étnica, cultural e
ideológica. Donde el vecino ciudadano participe en la elaboración y
la ejecución de todas las decisiones dejando atrás todo tipo de
clientelismo", decían los vecinos del grupo en una gacetilla.
Según su pensamiento,
el proyecto se instalaría contemplando dos perspectivas que no
debían contraponerse sino complementarse:
1. La consideración de
El Olimpo como realidad territorial (se trata de un patrimonio de la
ciudad, ubicado en el Oeste y en la proximidad de algunos barrios.
El destino que se le asigne debe guardar relación con los intereses
y necesidades de los vecinos).
2. La temática
especifica de El Olimpo relacionada con la vida, la dignidad humana,
la identidad, la memoria, la política, la inclusión y la justicia
social. El predio tendría que ser destinado a hechos, actividades,
aprendizajes y entrenamientos que promovieran la intervención
comprometida de los vecinos ciudadanos en todos esos asuntos.
Con este paradigma
puesto en acción los vecinos del Olimpo buscan desarrollar un
programa de actividades que promueva el desarrollo del espíritu
crítico, de los valores sociales y cívicos, de la memoria activa,
del desarrollo de un pensamiento que interpele a la realidad y la
torne más justa a través del trabajo mancomunado.
Carlos Davis
Fuente:
Telam - Notas de archivo propio