EN CONTRA DEL
TRABAJO ESCLAVO Y LA TRATA DE PERSONAS
Caravana de
denuncias
20/03/2008
-
En el día de hoy se
llevará a cabo una movilización que bajo la forma de
"caravana" recorrerá las calles del barrio, aledañas al
Parque Avellaneda", escrachando simultáneamente a 10
talleres clandestinos de costura. La medida abarcará un
radio de 6 cuadras. En dicha zona existen talleres que,
según denuncias, mantienen encerrados a trabajadores,
recibiendo además abusos varios y bajos salarios. El lugar
de concentración es la sede de la Cooperativa "La Alameda"
(Av. Directorio y Lacarra) a la hora 18. Según los
organizadores, estos talleres no recibirían inspecciones
debido a que están "apadrinados".
 |
A continuación
reproducimos un comunicado de la Unión de Trabajadores
Costureros en el cual se denuncia que, a pesar de las
inspecciones realizadas por el gobierno, una multitud de
talleres clandestinos siguen trabajando bajo la supuesta
protección de aquellos que tienen la misión de controlar y
hacer cumplir la ley. |
"Ante las inspecciones a
mitad de camino de los
funcionarios denunciamos que
el barrio está lleno de
talleres clandestinos
trabajando para "marcas" y
protegidos por las coimas".
Inspecciones truchas
El miércoles
18 de marzo, los inspectores de control comunal y trabajo
del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hicieron una serie
de inspecciones en un puñado de talleres textiles
clandestinos del barrio. Luego, en el taller que clausuraron
en la cale Tandil 3563, llamaron a los canales de televisión
y se jactaron de la "tarea de inteligencia" que hicieron y
de su supuesta lucha contra el trabajo esclavo.
Para los que
venimos luchando hace más de dos años contra el trabajo
esclavo; los que ya denunciamos en la justicia cientos y
cientos de talleres esclavos que trabajan para 85 marcas,
varias cosas nos llamaron la atención de esas inspecciones:
1. Se
encontraron costureros indocumentados, pero no se radicó la
denuncia penal en ningún juzgado Federal. Por si no lo
saben, la explotación de migrantes indocumentados tiene
delito hasta de prisión.
2. Se
encontraron situaciones de reducción a la servidumbre, pero
salvo la fajita de clausura y el decomiso de maquinaria, se
desconoce donde está radicada la denuncia penal.
3. No
se conoce el nombre de las marcas o los fabricantes que se
aprovechaban económicamente de estos talleres que son
legalmente los máximos responsables de esa explotación como
bien lo indica la ly 12.713 , de trabajo a domicilio. De
este modo, los comandantes en jefe del trabajo esclavo
quedan impunes. La semana anterior , un informe de
documentos América realizado con la Alameda, mostró a la
sociedad como marcas de nivel como Awada, Akiabara, Portsaid,
Gustavo Cassini , entre otras, seguían usando talleres
clandestinos y trabajo esclavo con total impunidad.
4. No
se reubicó en otros paradores o viviendas a las víctimas que
estaban "reducidas a la servidumbre" y que fueron traídos
por engaño desde Bolivia, como indican las convenciones
internacionales. Por el contrario, se dejo viviendo a las
víctimas con sus verdugos, lo cual es muy probable que se
reciclen las condiciones de explotación en el corto plazo.
5. No
se convocó a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, ni a la
Organización Internacional para las Migraciones para que
garanticen la contención, reubicación y los derechos humanos
de las víctimas afectadas, cuando ambos organismos
demostraron sobradamente su eficacia en la materia.
6.
Mientras todo esto ocurre, un enorme predio de 1400 metros
cuadrados que compró el año pasado el gobierno de la ciudad
para que trabajen dignamente y en forma cooperativa con la
supervisión del INTI más de 200 costureros sigue sin
inaugurarse porque el gobierno de Macri dilata una y otra
vez las obras.
Las
inspecciones del 18 de marzo en el barrio no fueron más que
una puesta en escena. Un hacer "como si" estuvieran haciendo
algo, cuando en realidad no hacen nada.
Un
hormiguero de talleres clandestinos con protección policial
Lo más
llamativo de las inspecciones del miércoles pasado es que
justo al frente de donde los funcionarios del gobierno se
jactaban de luchar contra el trabajo esclavo, funciona un
taller diez veces peor que el que se clausuró, pero que
tiene la particularidad de pagar regularmente su coima a
efectivos policiales para que no lo molesten.
En seis
cuadras a la redonda del lugar donde los funcionarios
clausuraron un taller esclavo, hay decenas de talleres tan o
más esclavos que el que se descubrió y los vecinos ya están
hartos de denunciarlo a la comisaría, al CGP o al famoso
0800. Llamativamente se omitió a los talleres en los que los
costureros denuncian que había pago de coimas, en muchos de
los cuales existen desde cámaras de video hasta empresas de
seguridad que los vigilan.
La lucha
contra el trabajo esclavo comenzó en dos talleres del barrio
allá por noviembre de 2005. Uno de ellos era lindante con
los patios de la comisaría. En los dos se pagaban
regularmente coimas a efectivos policiales. La Defensoría
del Pueblo y la Alameda no sólo denunciaron a los talleres,
sino también a la comisaría por cohecho. A los pocos días
hubo relevamientos masivos en la comisaría. El juez Federal
Oyarbide dió crédito a las denuncias y en TODOS LOS
ALLANAMIENTOS INTERVINO CON LA GENDARMERIA POR LA SOSPECHA
GENERALIZADA DE COIMAS A EFECTIVOS POLICIALES.
Entre el 2005
y el 2007 hubo cientos de testimonios de costureros en la
defensoría del pueblo denunciando talleres esclavos. EN LA
ABRUMADORA MAYORÍA DE LOS TESTIMONIOS AFIRMABAN QUE EL
TALLERISTA PAGABA COIMA A LA POLICIA en diferentes barrios
de la capital. Esta es una de las razones por las cuales los
talleres clandestinos parecen ser un cuento de nunca acabar.
La otra razón es el beneficio económico que sacan las marcas
y los fabricantes que los usan para confeccionar sus
prendas. Por cada prenda que se vende a $ 100, el taller
recibe $ 3,25 y el resto es toda ganancia para la marca o el
fabricante. Negocio redondo.
Un paso
atrás
Después de
tanta lucha de la Alameda se consiguió:
1. Que
85 marcas fueran denunciadas por trabajo esclavo, de las
cuales una tiene pedido de indagatoria
2. Que
más de una docena de talleristas fueran procesados con
confirmación de la cámara.
3. Que
más de 600 talleres fueran clausurados
4. Que
más de 1000 talleres se fugaran a provincia de Buenos Aires
5. Que
creciera un 40 % el trabajo en blanco de los costureros en
la capital federal
6. Que
el gobierno comprara un predio para que 200 costureros que
salen de talleres clandestinos trabajen en forma cooperativa
(pero cuyas obras de terminación el macrismo dilata sin
ninguna excusa)
7. Que
el Instituto Nacional de Tecnología Industrial convoque a
todas las marcas a que se dejen auditar en toda su cadena de
valor.
Después de
tanta lucha, el nuevo gobierno de la ciudad pareciera querer
volver a la época de las cavernas. A la época en que se
hacían inspecciones solo para aparentar que se luchaba
contra el trabajo esclavo y tranquilizar a los vecinos que
se indignan. Parece que volvemos a la época de las
inspecciones donde no se sabe el nombre de la marca
responsable, no se hace nada para sacar a los costureros del
lugar donde los esclavizan, no se les toma testimonios para
que cuenten como eran explotados y como se pagaban coimas y
no se hace nada judicialmente.
Si el gobierno
quiere volver hacia atrás la lucha contra el trabajo
esclavo, no nos queda otra alternativa que volver a las
"inspecciones" populares, es decir, a las caravanas donde
les mostraremos a los medios donde están localizados muchos
de estos talleres que evidentemente cuentan con protección
por las coimas que pagan.
Caravana
contra la impunuidad
Por todo lo
dicho, la Alameda resolvió mostrarle a la sociedad una
decena de talleres clandestinos y esclavos a solo metros de
donde el gobierno de la ciudad se jactó el miércoles pasado
de combatir el trabajo esclavo. De seguir denunciando que
los talleres van a seguir funcionando en la medida en que se
les permita a las marcas lucrar con ellos y en la medida en
que sigan existiendo las coimas a las comisarías. Por eso
los vecinos están hartos de llamar al 0800 o al CGP. Y no
sólo en Parque Avellaneda. Lo mismo pasa en Lugano, Flores,
Floresta, Paternal, Villa Mitre, entre otros barrios
porteños. Alguien tiene que comenzar a hacer algo. Mientras
tanto, si las inspecciones siguen siendo a mitad de camino
la Alameda dará informes periódicos a los medios de cientos
y cientos de talleres que trabajan para marcas que están en
la absoluta impunidad. Si no hay justicia, habrá escrache.
La Alameda
Unión de Trabajadores Costureros
4671-4690/4115-5071
15-6158-4835