EN REPUDIO DE
LAS AGRESIONES DE FREDY BAUTISTA
Escrache a la
Compañía de Indumentaria
15/03/2008
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Convocado por la Unión
de Trabajadores Costureros se realizó en el día de ayer un
escrache en la fábrica textil perteneciente a
la Compañía
Argentina de Indumentaria, quien trabaja para las marcas
Mimo, Montagne y Kevistong. La medida tuvo lugar en protesta
por la agresión que sufriera el delegado Fredy Bautista a
manos de una persona de seguridad perteneciente a la firma,
a la cual habrían apoyado los hijos del dueño de la empresa,
Sergio Losz. El escrache se realizó en San Blas y Artigas.
Los detalles de los hechos fueron narrados por los
costureros de La Alameda.
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El miércoles a
las 6:20 hs, mientras el delegado de la empresa Compañía
Argentina de la Indumentaria, Fredy Bautista, repartía un
boletín gremial en el que se alertaban atropellos legales en
esa y otras fábricas, fue súbitamente atacado por Sergio,
empleado de seguridad de la empresa y los dos hijos del
dueño Sergio Losz. |
Entre gritos, insultos le
sacaron por la fuerza todos
los boletines y luego Sergio
le dio un golpe en el
cuello, arrojándo a Fredy al
piso.
Afortunadamente hay testigos de los hechos. La situación es
gravísima. No solo se coarta el derecho legal del delegado a
hacer actividad gremial, sino que además se le secuestran
los materiales y se lo golpea. Minutos después se le impidió
el ingreso al establecimiento. Ese mismo día Fredy Bautista
radico la denuncia penal ante la comisaría de la zona. Fue
atendido por un médico legista que constató las lesiones y
envió un telegrama intimando a la patronal a que cese la
bárbara actividad persecutoria y que se le permita el
ingreso a la empresa.
El jueves
Fredy Bautista estaba dispuesto a concurrir con escribano
público a la empresa, pero la patronal permitió su ingreso.
Esta madrugada, también a las 6 y 20 de la mañana, mientras
diez miembros de la Alameda repartían en las veredas
aledañas a la fábrica el mismo material gremial que le
habían secuestrado los patrones al delegado Fredy Bautista,
llegó un patrullero de la comisaría 41 con dos agentes,
encabezados por el escribiente Liguori.
Se detuvo
frente a la fábrica e inmediatamente salió el patrón Sergio
Losz diciéndoles en tono imperativo a los policías
"identifíquemelos", cual si fuera la superioridad.
Los policías a
los gritos comienzan a increpar a los miembros de la Alameda
al grito de "¡Todos contra la pared!". Cuando ya estaban por
arrastrar a los vecinos que lo único que hacían era repartir
un volante, sin obstaculizar el paso, cortar calle o dañar
propiedad alguna, intervino Gustavo Vera quien le pidió
explicaciones al escribiente Liguori.
Si no había
delito alguno, ni resistencia a la autoridad., si todos
tenían predisposición a identificarse ¿por qué la
insistencia de la policía en empeñarse en poner a todos los
miembros de La Alameda contra la pared cual si fueran
delincuentes?.
Por supuesto
nadie lo hizo y el escribiente advirtió que no estaba en
presencia de amateurs. Luego de una comunicación telefónica
con sus superiores, llegaron las disculpas y un teatro donde
se le preguntaba al patrón cuál era el motivo por el cual
había llamado al comando radioeléctrico.
Pregunta
obvia: ¿no tendrían que haber hecho eso antes?. El olor a
cohecho entre ese patrullero y el patrón era muy intenso.
En una escena
parecida a la película la Patagonia Rebelde, en la que los
estancieros dirigían los operativos de la policía contra los
obreros, del mismo modo pretendieron estos policías
amedrentar y humillar a los miembros de la Alameda, frente a
la fábrica, a la vista de los obreros que ingresaban y ante
la mirada satisfecha del patrón. Se pretendió montar un
insólito escenario de impunidad patronal con cobertura
policial.
Así,
se violó el principio más elemental de libertad sindical
cuando el delegado fue apaleado por la patronal y se
pretendieron violar los derechos más elementales de libertad
de expresión.
La pregunta
del millón es: ¿quién banca a Sergio Losz para que cometa
atropellos elementales a plena luz del día?
La persecución
gremial al interior de la fábrica ya tiene antecedentes. Al
delegado no se le permite recorrer las líneas para verificar
que se cumpla el convenio; no se permite que participe de
las inspecciones; no se le permite realizar asambleas en la
fábrica y ni siquiera se lo quiere recibir por parte de la
patronal cuando pretende elevar una serie de demandas de los
costureros. ESTO ES ABSOLUTAMENTE ILEGAL. Tan ilegal como el
despido que sufrió la compañera Néctar Qispe Quispe, aunque
aquí la justicia le dio la razón, ordenando a Sergio Losz
que la reincorpore, que le pague todos los sueldos desde que
la echó y que le pague una indemnización por daño moral.
El señor
Sergio Losz cree que está en la dictadura militar y que
puede hacer y deshacer lo que se le antoja en la fábrica. Un
juez ya le dijo que no. La cámara también le dijo que no.
Ahora se expone a otro sumarísimo en el que no dudamos que
los jueces laboralistas serán lapidarios con la feroz
persecución gremial que sufre Fredy Bautista. La salvaje
agresión al delegado, las intimidaciones de la policía no
pasarán desapercibidas. Además de las demandas laborales y
penales correspondientes, además de solicitar urgente
intervención al Ministerio de Trabajo, la UNION DE
TRABAJADORES COSTUREROS realizará un acto de repudio en la
puerta de la fábrica el viernes 14 a las 19 horas en la que
se informará a toda la sociedad la clase de dictadura que
reina en la Compañía Argentina de la Indumentaria y cómo se
pisotean los derechos más elementales que protegen a los
trabajadores.
Unión de
Trabajadores Costureros
TE 4671 - 4690 // 4115 - 5071
Cel: 15-6158-4835