FAMILIA
FUNDADORA DE LA CHACRA DE LOS REMEDIOS
El linaje de
los Olivera
06/02/2008
-
Domingo Olivera fue uno
de los personajes que más estrechamente ha quedado
emparentado con buena parte de las tierras que componen lo
que consideramos "el barrio". Propietario de la Chacra de
los Remedios, vendió estos terrenos a la ciudad de Buenos
Aires quien erigió en ellos el Parque Olivera, actualmente
conocido como Parque Avellaneda. Creemos que es útil
reproducir parte de historia para enriquecer a su vez la
historia de nuestro barrio. Por esta razón reproducimos
parte su biografía recopilada por uno de sus descendientes
Carlos Olivera Avellaneda.
|
El linaje de
los Olivera (NdR: cuyo escudo de armas que reproducimos está
identificado por el ramo de olivo, símbolo de paz y
fraternidad)
es originario de Castilla la Vieja y su progenitor fue un
noble caballero procedente de Alemania que acudió al llamado
del conde don Enrique de Trastamara, en lucha contra su
hermano el rey don Pedro I. |
Después de la
batalla de Montiel (1363) y muerto don Pedro ("el cruel"), el conde de Trastamara
fue proclamado rey de Castilla con el nombre de don Enrique
II.
Ya establecido
en la Península, el linaje, se extendió por diversas
regiones de las Españas, especialmente Castilla, Aragón,
Vizcaya, Galicia, Cataluña y pasando también a Portugal.
Probó su
nobleza en la Real Cancillería de Valladolid (1558/1618) y
en la Orden de Santiago. Don Diego de Olivera casado con
Isabel de Vergara, fueron los padres de don Francisco de
Olivera y Vergara, casado con Antonia Ordóñez y Maldonado,
quienes a su vez fueron padres de Don Pedro de Olivera y
Ordoñez, natural de Grajal de Campos, Maestre de Campo de la
Infantería Española, fue Caballero de Santiago, Orden a la
que ingresó el 18 de enero de 1687, casado con Da.Teresa de
Iturrezabal. (De su hijo, Don Juan Alvaro de Olivera
Iturrezabal, casado con Ana de Borja, proviene Don Domingo
de Olivera y Borja, padre de Don Domingo de Olivera y
Barahona, fundador de la familia Olivera en Buenos Aires).
Algunos de sus ilustres descendientes se destacaron en la
conquista del Nuevo Mundo, estableciéndose especialmente en
el Virreinato del Perú.
Los Olivera en
América
Don Domingo de
Olivera y Borja, nació en la ciudad de Quito, en el antiguo
Virreinato del Perú, a mediados del siglo XVIII y contrajo
matrimonio con Doña Manuela Barahona, radicándose en Lima.
Fueron sus
hijos:
1. Domingo,
sobre cuya descendencia trata este trabajo.
2. María
Luisa, nacida en Lima, casada en España y radicada en
Trujillo.
3. Juan,
nacido y muerto en Lima; fue prefecto de Arequipa.
4. José,
nacido en Lima, murió en la Provincia de Córdoba, herido por
un rayo, siendo general de los ejércitos españoles.
5. Manuel,
nacido y muerto en Lima.
Breve
síntesis biográfica de don DOMINGO de OLIVERA y BARAHONA,
fundador del Linaje en Buenos Aires
Pintura de la Chacra de los
Remedios - Autor Mauricio Battistelli
Nacido en
Ambato, en ese entonces Virreinato de Perú, el 10 de octubre
de 1798. Educado en Lima donde residía su familia, debió
abandonar de urgencia esta ciudad teniendo poco más de 10
años, por encontrarse indirectamente implicado en la
revolución de la que formaba parte su padre don Domingo de
Olivera y Borja –partidario de la independencia- contra el
Virrey Abascal a fines de 1809. Abascal fue conocido en la
historia como el “Virrey del Acertijo” a causa de la idea de
Don Domingo (el viejo) de colocar en las esquinas bolsas
conteniendo sal, habas y cal, que fonéticamente indicaban
“sal Abascal) en alusión al virrey. Diccionario Biográfico
de Ecuador, Tomo 6/03.
Apresuradamente se refugian en el Alto Perú, trasladándose a
La Paz y de allí a Chile. Luego de la batalla de Tucumán,
ingresan al Río de la Plata por la provincia de Salta y en
marzo de 1813 “vemos llegar al puerto de Buenos Aires a un
padre cansado y a un muchacho prematuramente serio que trae
consigo su inseparable violín y entre sus libros, un
ejemplar latino de las églogas de Virgilio” (Arturo Peña –
Linaje de los Olivera en Buenos Aires).
Siete años
vivió don Domingo de Olivera y Borja en Buenos Aires,
partiendo de ella el 30 de Agosto de 1820 para unirse e
incorporarse al ejército libertador y reunirse con el resto
de su familia. Formó parte del ingreso triunfal a Lima, la
ciudad de los Reyes.
Domingo hijo,
por su parte, “se había ido abriendo camino en Buenos Aires
y era ya apreciado y estimado por los hombres de la
Administración Nacional. Había además entregado su corazos a
una beldad que brillaba con pronto fulgor en los salones
porteños” (RAVELIO DUARDUE – Don Domingo Olivera – Sus
Trabajos Tomo I.-), con quien contrajo matrimonio el 31 de
julio de 1821 (ya había nacido Benjamín, hijo
extramatrimonial fruto de sus relaciones con Antonia De Luca,
hija de don Esteban. (conf. Juan Martín Olivera)
*1 ver nota
del autor.
Dolores Piriz
y Olaguer Feliú, era hija del Coronel don Gonzalo Piriz
(muerto en España en acción de guerra) y de doña Maria Pilar
de Olaguer Feliz y Heredia, descendiente directa del Conde
de Fuentes ( titulo que data de Fernando el Católico) y
hermana de Antonio, sexto Virrey del Río de la Plata y
Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos.
Don Domingo
inicia su actuación pública, cuando aún no había cumplido 16
años, como empleado de Intendencia de Policía, recomendado
por don Hipólito Vieytes al Director Supremo Gervasio
Antonio de Posadas. El 21 de abril de 1819, ya era Oficial
de Número del Ministerio de Hacienda.
Dos años
antes, el 19 de Julio de 1817, el Gobernador Intendente de
Buenos Aires, Manuel Luis de Oliden, lo había designado
integrante de la “Sociedad del Buen Gusto en el Teatro”.
Por aquella
época, frecuentaba con su padre el salón de los De Luca – en
donde se cantó por primera vez el Himno Nacional – y a cuyas
reuniones concurrían San Martín, Rivadavia, Pueyrredón,
Guido, entre otros, siendo entonces cuando Domingo se inició
como hombre de letras. Dominaba el latín y el francés,
hablaba corrientemente inglés y era miembro de la Sociedad
Literaria.
El 30 de Marzo
de 1822, don Bernardino Rivadavia, Ministro de Gobierno del
General Martín Rodríguez, lo nombra Secretario de la
Legación que se enviaría a Chile y Perú, bajo el mando del
coronel Don Félix de Alzaga, con el propósito de liquidar la
deuda a la República Argentina por los gastos efectuados en
las campañas libertadoras a Chile y Perú.
Al retornar a
Buenos Aires, es designado por Rivadavia responsable del
área y aspectos financieros necesarios para concretar la
fundación de la “Sociedad de Beneficencia “ (Marzo de 1823).
En Junio de ese año, proyecta el “Reglamento para la
Economía y Orden Interior de los Colegios de la Capital”,
que es aprobado por Rivadavia. También en ese año, diseña la
creación de la Escuela de Agricultura.
El 1º de enero
de 1825, luego de haber colaborado como periodista en los
diarios El Censor y El Centinela, formando parte de la
redacción del El Mensajero Argentino, con Juan Cruz Varela,
Valentín Alsina y otros.
El 10 de
febrero de 1826, a los dos días de instalado Bernardino
Rivadavia en la Presidencia, lo designa Oficial Mayor del
Ministerio de Negocios Extranjeros y al año siguiente asume
como Director y Administrador de la Caja de Ahorros,
conjuntamente con Vicente López y Planes y Santiago Wilde.
Simultáneamente y en el momento mas reacio de la guerra
contra el Brasil, es designado Oficial Mayor del Ministerio
de Guerra. En 1827 presenta al gobierno el “Reglamento para
Orden y Estudio de la Universidad de Buenos Aires”.
Reprobó la
revolución contra Dorrego, que lo depuso como gobernador de
Buenos Aires y su posterior fusilamiento, actos ambos que lo
decidieron a abandonar la política y dedicarse a las tareas
rurales. Tiene apenas 30 años.
Comienza por
arrendar la chacra “Los Remedios”, donde establece un tambo
y molino de trigo. Adquiere además un campo en la Cañada de
las Piedras, cerca de Chascomús, en donde emprende el
mejoramiento del ganado ovino, que habría dado luego origen
a los famosos Rambouillet Argentino creado por los Olivera y
uno de los principales antecedentes del Merino Argentino.
Crea “Las
Acacias” en el partido de Luján y extendiéndose mas allá de
las fronteras con el indio, a través de su hijo Nicanor,
funda los establecimientos Malal Tuel y La Dulce ambos en el
Partido de Necochea.
“Durante la
larga época de la tiranía (el autor se refiere al gobierno
de Rosas), se mantiene alejado, no sólo de la política sino
también del trato social, teniendo buen cuidado de ocultar
sus progresos técnicos de “Los Remedios”, con el propósito
de no hacerse notar por aquellos para quienes todo progreso
era sospechoso”. Ravelio Doardue, obra citada, tomo II, pag.31.
Un día del año
1836, vienen a avisarle a don Domingo, que el Gobernador de
Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, estaba acampado detrás
de sus montes en Los Remedios ”ocupado en detener a
lecheros, que no llevaban la divisa federal bien colocada
sobre el pecho”. Se vistió con la ropa mas usada y raída que
tenía y se dirigió al campamento. “Allí , encontró
efectivamente a su excelencia, tal cual se le había dicho,
rodeado de todo lo más notable de San José de Flores,
riéndose a carcajadas del susto que producía a los pobres
lecheros, cuando se les detenía para eximir si llevaban
sobre el pecho la divisa federal en paraje bien visible como
lo había ordenado y, si a su juicio no lo estaba, se les
destinaba al servido de las armas en un batallón de línea.
“Olivera, había tratado a Rosas en las diferentes
subsecretarías que desempeñara durante la época en que Rosas
por el cargo que ejercía en las Milicias de Campaña
frecuentaba a menudo los Ministerios, allí, oficialmente,
atendía a este con la cortesía que habitualmente usaba con
todos, sin imaginarse entonces el efecto que en el animo de
Rosas producían sus corteses atenciones”. “al ver llegar a
Olivera, él, que le había conocido durante la fastuosa
Presidencia de Rivadavia actuando con los diplomáticos de
entonces y en los salones de la alta sociedad porteña, se
sorprende al verle con aquel traje, abandona su posición y
levantándose, con gran asombro de todos los que le rodeaban,
corre a recibirlo, dándole un fuerte abrazo y felicitándolo
por su transformación. Después dirigiéndose a todo aquel
séquito, exclamó: Tengo el honor de presentarles a mi amigo
Don Domingo Olivera a quien estimo mucho, sintiendo no poder
presentar a un federal neto como desearía, sino a un salvaje
unitario, pero incapaz de hacer mal a nuestra santa causa,
se los recomiendo muy especialmente y les ordeno lo respeten
porque ha hecho grandes servicios al país. Y luego
dirigiéndose a Olivera agregó: Si, mi amigo yo no puedo
hacerle milagros, convirtiéndolo a nuestra santa causa. Debo
decir la verdad: usted es un salvaje unitario, pero bueno
como pocos y eso basta”. R.D. obra citada, Tomo I, pág. 124 y
siguientes. Rosas no quiso trasladarse al casco de Los
Remedios y, a la caída del sol, se retiró del campamento.
Después de la
batalla de Caseros, uno de los primeros actos de Olivera fue
el de ofrecer sus servicios al Gobierno de Buenos Aires,
pero no decidido aun a reintegrarse a la política, sólo
acepta el cargo de Juez de Paz del Partido de San José de
Flores, al que tuvo que renunciar el 29 de abril de 1852,
para incorporarse electo por la Ciudad de Buenos Aires a la
Cámara de Representantes, cuya presidencia asumió al asumir
el General Pinto como Gobernador de la Provincia.
En 1853,
Pastor Obligado lo designa Ministro de Relaciones Exteriores
y Gobierno, cargo al que renuncia.
En 1856, es
nuevamente designado Ministro de Gobierno y Relaciones
Exteriores, cargo que nuevamente declina.
Junto con don
Félix Frías, Vicente Fidel López, Marcelino Ugarte y Miguel
Cané fundan en 1859 el Partido Conservador y el diario” La
Patria” que tuvieron muy corta duración.
Ante la
necesidad de ocuparse personalmente de sus intereses, se
retira nueva y definitivamente de la función pública.
Fallece el 3 de Mayo de 1866.
(*1 Nota del
autor: Benjamín, enfermó de sífilis a los 14 años contagiado
por travesuras realizadas conjuntamente con peones de los
establecimientos de su padre (conf.Miguel Alfredo Olivera –
El Ramo de Olivo), fué curado, pero con consecuencias serias
para su salud mental, bueno e inofensivo, padecia una suerte
de infantilismo crónico. No tuvo descendencia y se encuentra
enterrado en la bóveda familiar en el Cementerio de La
Recoleta)
Fuente:
Carlos
Olivera Avellaneda
NdR: Carlos
Olivera mantiene el sitio Web de los Olivera, en el cual se
muestran actualizados los datos de los integrantes de esta
familia, incluyendo sus fundadores y descendientes, así como
un permanente homenaje a todos los portadores del "ramo de
olivo", símbolo y estandarte de paz, unión y fraternidad,
denominadores comunes en las distintas generaciones de "los
Olivera".
Biografía de Domingo Olivera
(40 Kb)
Diccionario
Biográfico de Ecuador – de Rodolfo Pérez Pimentel
https://www.diccionariobiograficoecuador.com