Floresta: nombre dado por Ordenanza N° 26.607 B.M. 14.288
PRESERVANDO LA
HISTORIA
Acerca del
Edificio del Antiguo Natatorio
06/09/2007
-
En el día de
hoy se llevará a cabo una reunión de un grupo de vecinos del
Parque Avellaneda que están trabajando en la definición de
una "sala de interpretación del antiguo Natatorio". Este
trabajo tratará de rescatar la historia del natatorio,
contextualizando los usos y costumbres de los porteños de
aquella época con las prácticas que realizaban en el
interior del edificio, poniendo de relieve la importancia
que la construcción tiene desde el punto de vista
arquitectónico, histórico y patrimonial.
Ana Luz Chieffo nos introduce, con sus palabras, en la
escencia del lugar.
El grupo de la sala de
interpretación del Natatorio
está conformado por vecinos
que vienen participando de
la cogestión del Parque
Avellaneda (Ana
Luz Chieffo, Fabio Oliva,
Patricia Guijarrubia, Laura
Romano) más el aporte de
expertos en el campo de
preservación del patrimonio
hsitórico, como el
Licenciado Marcelo
Weissel.
La idea es editar un folleto
y un cuadernillo con
material generado por los
actores mencionados. El
cuadernillo tratará sobre:
la relación de Buenos Aires
y el agua a través del
tiempo; la erección
del natatorio, su esplendor,
decadencia, cierre y
deterioro; los trabajos de
recuperación; y un recorrido
autoguiado por el Antiguo
Natatorio.
A continuación reproducimos
parte del material que
incluirá la publicación: una
reseña histórica del
natatorio.
El Antiguo Natatorio Público
de Parque Avellaneda nace en
la segunda década del siglo
XX a partir de políticas
sociales que consideran al
agua un elemento de higiene,
salud y recreación. Estas
funciones resultan exaltadas
con la construcción de un
imponente edificio
monumental de gran interés
arquitectónico y plástico.
El arquitecto Moretti lo
construye en 1923 como uno
de los primeros natatorios
públicos de la ciudad, se
habla del mismo como “La
Casa de Baños de Parque
Avellaneda”.
No se conoce
otra obra de este
arquitecto, pero por este
edificio, sabemos que estaba
influenciado por las
corrientes artísticas que
venían de Europa.
Precisamente construye el
Natatorio según los
principios de la sezession
vienesa que es el nombre que
toma el art noveau en europa
del este.
Las
edificaciones
que responden a
esta escuela, se
caracterizan por
sus volúmenes
puros, pesados y
por modificar,
según una
interpretación
del siglo XX,
elementos de la
arquitectura
clásica.
Es el caso del
Natatorio con
sus columnas de
estilo dórico,
jónico y
ornamentación
inspirada en la
mitología
grecoromana.
En
Buenos Aires no ha habido
muchas construcciones de la sezessión, a excepción del
arquitecto Kalnay autor de
la Munich, en la costanera
sur (hoy sede de la
Dirección General de
Museos).
En Viena, existe un
edificio que se llama de la Sezessión y que tiene
elementos similares al
Natatorio, en la volumetría,
la pérgola, las líneas que
acentúan ciertos elementos,
la cornisa. La fachada
principal del Natatorio es
imponente, consta de dos
volúmenes que se adelantan,
en el centro una escalinata
que remata en el inmenso
portón de dos hojas
enmarcado por dos columnas
jónicas, la pérgola y las
dos vasijas cuyos rostros
dotan al conjunto de
solemnidad y
grandilocuencia. Pequeñas
columnas adosadas rematan
los volúmenes adelantados.
El portón de bronce resulta
impactante con sus máscaras
de leones que acentúan la
idea de fortaleza. Estas
máscaras rematan en líneas
cuyo grafismo recuerda las
obras de Klimt, artista del
art noveau.
Seguramente, la elección del
estilo dórico correspondía a
la función que el edificio
iba a cumplir como ámbito
dedicado al cultivo del
cuerpo y la fortaleza
física. Según las normas de
utilización de los órdenes
clásicos, el dórico
corresponde a la idea de
fuerza y masculinidad.
Su
planta es simétrica
rectangular y como
ornamentación de las
columnas y el panel,
aparecen figuras de la
mitología asociada al mundo
marino, rostros femeninos,
masculinos, de seres
imaginarios, delfines,
Neptuno o Poseidón.
Coronando la pileta, se
encuentra una escultura
femenina sosteniendo una
vasija que vuelca hacia la
pileta enmarcada por una
conchilla (venera) debajo de
un arco carpanel. Su placa,
indica que fue realizada por
la fundición Lez du
YALD’OSNE. París. A. Motteau-resesentant.
1272. Sant. que se ocupaba
de realizar fuentes,
equipamientos de jardín y
reproducciones de obras de
arte en hierro.
(*)
Es probable
que esta pieza se comprara
por catálogo. A cada lado de
la pileta, se ubicaban dos
salones como vestuarios de
damas y caballeros,
originalmente sus techos
eran muy altos de 2.26 mts.
para garantizar una adecuada
aireación. Esto es propio de
la búsqueda de funcionalidad
de la arquitectura
contemporánea, en estos
ambientes donde había vapor,
era necesario un techo bien
alto.
En el exterior, los
muros laterales lisos cobran
dinamismo con un grupo de
casetones y un friso
perimetral texturado, la
cornisa es en alero y
dentada. Es el momento en el
que se está renovando el
vocabulario de la
arquitectura, pasando del
art nouveau al art decó, los
paneles que enmarcan la
pileta son sencillos
utilizados por la sezessión
vienesa, respetando la
tradición clásica en la
simetría.
Otras formas
propias de la sezessión
vienesa son la escalera, la
propia pileta y la pérgola,
que cumplen un papel muy
importante en la
organización espacial del
edificio. La escalera
llevaba al solarium donde se
podían tomar los ansiados
baños de sol considerados en
la época, como una de los
tres elementos de prevención
contra las enfermedades
(sol, agua y aire). Cabe
aclarar que la exposición al
sol era por motivos
medicinales, el canon de
belleza corporal indicaba
que la piel debía estar
blanca.
La fachada
posterior, mucho más simple
que la principal, tiene en
su muro un solo elemento
decorativo floral. En la
planta baja, se ubicaban
distintas salas destinadas a
la realización de ejercicios
físicos complementarios para
el mantenimiento de la
salud, se sabe que
funcionaban salones de
pesas, consultorio médico y
sitio donde el peluquero
cortaba el cabello a los
niños de la Colonia.
También
en la planta baja, debajo de
las baldosas de la pileta,
rodeando todo el perímetro
del edificio, se ubicaba un
pasadizo o túnel técnico
donde se encontraban las
cañerías que abastecían de
agua la pileta. Varias
generaciones aprendieron a
nadar en este antiguo
Natatorio hasta que en la
década del ’70, se cierra
porque ya no respondía a las
costumbres de la época. La
pileta resultaba pequeña y
en las proximidades, se
habían abierto otros
natatorios públicos de
mayores dimensiones con
amplios espacios alrededor
donde poder tomar sol y
cumplir con la costumbre de
broncear la piel.
NdR: Las ilustraciones que
aparecen en la nota no
forman parte del presente
trabajo.
(*)
Según datos aportados por el
lector Daniel G. La Moglie
la pieza habría sido
producida en las Fonderies
d´Art du Val d'Osne, Paris,
Francia, siendo su
Importador: A. Motteau,
Garay 1272, Buenos Aires.