Bandera de la Ciudad de Buenos Aires

Kiosco de La Floresta y Locomotora La Porteña

  Escudo de Floresta

Floresta: nombre dado por Ordenanza N° 26.607 B.M. 14.288

LA LEGISLATURA Y EL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL

Fernando Cantero y "La Porteña"

21/10/2007 - Un proyecto referido al barrio, presentado en la Legislatura Porteña por el Diputado del ARI Fernando Cantero, terminó convertido en Ley. Se trata de una norma aparecida en el Boletín Oficial de la ciudad unos días antes de que el barrio cumpliera sus primeros 150 años de vida. La Ley 2375 ordena llamar a agosto del 2007 "Mes de los Ferrocarriles Argentinos" en honor al primer viaje de La Porteña, a la vez que dispone la concreción de una serie de actos especiales a llevar a cabo por los Ministerios de Educación y Cultura. En los considerandos se rescata el valor patrimonial del evento.

Quizá por haber sido publicada (y por lo tanto promulgada) cuando faltaban unos pocos días para que se cumpliera el aniversario de los ferrocarriles y del barrio la medida no tuvo el impacto esperado. Aún así creemos que es útil darle difusión para que el vecino la conozca y valore, rescatando especialmente sus considerandos.

LEY N° 2.375 Se denomina al mes de agosto de 2007 como mes de los "Ferrocarriles Argentinos"

Buenos Aires, 5 de julio de 2007.

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sanciona con fuerza de Ley:

Artículo 1° - Denomínese al mes de agosto de 2007 como mes de los "Ferrocarriles Argentinos" en el ámbito de la C.A.B.A. al conmemorarse el 150 (ciento cincuenta) aniversario del viaje inaugural de la Locomotora "La Porteña".

Artículo 2° - Encomiéndese al Ministerio de Educación la planificación del dictado de clases especiales, durante el mes de agosto de 2007, en las escuelas dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sobre la Historia de los Ferrocarriles Argentinos.

Artículo 3° - El Ministerio de Cultura organizará los festejos y homenajes, durante el mes de agosto de 2007, correspondientes al recordatorio objeto de la presente ley, en los barrios involucrados en la trayectoria inaugural de La Porteña. Artículo 4° - Comuníquese, etc. de Estrada - Bello

DECRETO N° 1.107

Buenos Aires, 3 de agosto de 2007.

En uso de las facultades conferidas por el artículo 102 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, promúlgase la Ley N° 2.375 sancionada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 5 de julio de 2007. Dése al Registro, gírese copia a la Secretaría Parlamentaria del citado cuerpo por intermedio de la Dirección General de Coordinación de Asuntos Legislativos; publíquese en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires; y remítase para su conocimiento y demás efectos al Ministerio de Educación. El presente decreto es refrendado por las señoras Ministras de Educación y de Cultura. TELERMAN - Clement - Fajre

CONSIDERANDOS

El progreso llegó por las vías del ferrocarril en 1857 cuando se realizó el primer viaje entre la estación del Parque y el actual barrio de Floresta, en Buenos Aires.

“La Porteña” fue la locomotora que condujo el convoy. Una multitud se dio cita en la plaza del Parque (hoy, plaza Lavalle) de la ciudad de Buenos Aires, el 30 de agosto de 1857. Aunque algunas versiones sostienen el día 29, mantenemos al 30 (Día del ferroviario)

Era un sábado luminoso; el sol realzaba los adornos dispuestos en la estación del Parque, y entre los presentes era generalizada la sensación de estar presenciando un momento histórico. El estridente sonido del silbato de la locomotora, bautizada “La Porteña”, anunció al público que era inminente la partida. El primer tren que circuló en la Argentina comenzó a rodar entre los vítores y los aplausos de la multitud, que se agolpaba a lo largo de las vías.

Poco después llegaba al final del recorrido, y todo el pueblo de La Floresta se reunió en la estación para dar la bienvenida al tren y celebrar el acontecimiento. Los trabajos para permitir la circulación del primer tren en nuestro país habían comenzado mucho antes. En los primeros meses de 1855 llegaron técnicos y operarios desde Europa para construir las vías.

Rápidamente se iniciaron las obras, pero distintos inconvenientes fueron dilatando los plazos previstos.

Según el contrato firmado, el ferrocarril debía inaugurarse en enero de 1857, pero las intensas lluvias de ese verano dañaron los terraplenes, y frustraron una y otra vez las expectativas despertadas por el proyecto. Finalmente, en agosto la obra quedó concluida. El viaje experimental del primer convoy, formado por la locomotora “La Porteña” y dos coches -en los que viajaban algunos pasajeros-, cubrió el trayecto de ida sin inconvenientes, pero se produjo un accidente en el viaje de retorno. El maquinista quiso imprimirle mayor velocidad al tren y alcanzó las 25 millas por hora, una velocidad fabulosa para la época. Pero las vías no estaban preparadas para tamaña exigencia: la locomotora descarriló y quedó dañado un tramo de 80 metros

Los viajeros, entre los que se encontraban accionistas de la empresa ferroviaria, sufrieron algunas contusiones, pero se juramentaron para mantener en secreto el incidente; no querían que el público se alarmara. Los técnicos realizaron las obras necesarias para garantizar que nada semejante se produjera, y el 27 de agosto se realizó un nuevo ensayo en privado. Esta vez el éxito coronó los esfuerzos, por lo que se acordó que dos días después se realizara el viaje inaugural oficial.

El tren conducido por “La Porteña” recorrió unos 10 kilómetros. No fue mucha la distancia, pero marcó el inicio de una actividad que alcanzó notable desarrollo, fue el motor del progreso argentino durante la mitad del siglo XX y declinó en la última década de la centuria.

La Porteña y La Argentina fueron compradas por la Sociedad Caminos de Fierro para ser las que condujeran las formaciones ferroviarias, sin mediar la guerra, ni otro tipo de problemas. Hay grabados de la época con La Porteña llevando a las primeras figuras del gobierno, entre ellos Vélez Sarlfield, Barros Pozos, Bartolomé Mitre, Pastor Obligado, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Lavallol y Valentín Alsina entre otros.

Las principales figuras parecen haber viajado en el tren que era remolcado por La Porteña, por otro lado ambas locomotoras fueron bendecidas primero y, luego, recién se inicia el viaje inaugural.

En la versión de Historia de los Ferrocarriles Argentinos, figura que La Porteña llevaba el número uno. Además, de las referencias periodísticas y las inclinaciones autonomistas del diario de la época 'La Tribuna', pueden haber inducido a priorizar y colocar a La Porteña como primera locomotora, esta versión puede ser materia de discusión. Pero lo cierto es que, los miembros de la Sociedad, ya en 1854, piden al gobierno de Buenos Aires que utilice tracción a sangre porque los caballos eran más económicos y había importante cantidad de ellos.

El costo de las locomotoras rebasaba las expectativas, ya que el beneficio que depararían las suscripciones no era el esperado. La historia de esta locomotora está llena de historias, mitos y conjeturas, La Porteña luce en el Museo de Luján, cubrió todo el espacio ferroviario hasta 1890. Hoy es una testigo muda de aquel progreso y de esta perversa realidad (sin olvidar los tiempos en que los ferrocarriles eran planificados conforme a los intereses del imperio británico) la de los ferrocarriles, sus trabajadores, los pueblos casi desaparecidos, como resultado de las políticas de desguase del estado.

En la esperanza de reflotar políticas nacionales y populares que vuelva a jerarquizar economías esenciales es que recordamos el hecho pionero, solicitando al cuerpo la aprobación del presente proyecto de Ley.

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29 de Agosto
Día del Barrio de
 Floresta

39.474 hab.
 2.4 km2
(
2.320.158,49 m2)
16447,5 hab/km2

21.395 Mujeres
18.079 Hombres
(Datos julio 2001)

FLORESTA
nombre dado por Ordenanza N° 26.607 B.M. 14.288

LIMITES
Av. Directorio,
 Portela, Cuenca, Av. Gaona Joaquín V. González, Juan Agustín García, Segurola, Mariano Acosta.

PERÍMETRO
7.523,45 m


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