HOMENAJE A BENITO
CARRASCO
El rol social
de los parques
29/03/2007
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En el marco
del 93º Aniversario del Parque Avellaneda y del Mes
Mundial de la Arquitectura del Paisaje, se llevará a cabo una Conferencia Homenaje
sobre "Benito
Carrasco: El rol social de los parques". La charla será brindada
por la Arquitecta
Mirta Alá Rué, el Sábado 31 de Marzo, a la hora 10 en la que
fuera casona de los Olivera, hoy conocida como Chacra de los
Remedios, en el Parque Nicolás Avellaneda. La Arq.
Alá Rué es una destacada especialista en Arquitectura de
Paisajes de la UBA y Presidenta
del Comité de Jardines Históricos y Paisajes Culturales del
Centro Argentino.
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Benito Javier
Carrasco
(1877 -
1958) es recordado como el iniciador en el país de los
estudios científicos sobre los espacios verdes, considerados
éstos como parte de la "ciencia y arte del urbanismo".
Carrasco fue creador de la primera Cátedra de Parques y
Jardines. Defendió y apoyó el valor de los paisajistas del
país |
Benito Carrasco
trabajó en pos de "hacer más satisfactorio el medio físico
donde se desarrolla la existencia de los ciudadanos", tarea
que desde la cátedra, la función pública y la actividad
privada contribuyó a mejorar el aspecto de la Ciudad de Buenos
Aires.
Vida de
Benito Carrasco
El Ing. Carrasco
se ha transformado en el verdadero patriarca de todos quienes
hoy se dedican al diseño, la planificación y el ordenamiento
de los espacios verdes.
Nacido en
Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1877, su vocación se
orientó, sin rodeos, a una disciplina que contaba con pocos
especialistas en el país: el urbanismo. Así, curso estudios de
ingeniería agronómica en la Facultad de Agronomía y
Veterinaria de Buenos Aires (luego, de La Plata), donde se
graduó en 1900 con una tesis sobre "Fitogeografía de varios
árboles indígenas cultivados en el Jardín Botánico Municipal".
El director de tesis fue Carlos Thays, famoso urbanista y
planificador de numerosos parques de la ciudad. La tesis le
sirvió a Carrasco para evaluar el escaso desarrollo de los
estudios paisajísticos y urbanísticos en el país y para
comenzar una labor y una prédica por el impulso de los
estudios académicos y teóricos sobre la materia.
En 1906,
Carrasco fundó en La Plata el Centro Nacional de Ingenieros
Agrónomos (actualmente, Centro Argentino de Ingenieros
Agrónomos).
En el artículo
"La ciudad del
porvenir", aparecido en "Caras y Caretas", Carrasco se opone a
la contratación de especialistas extranjeros para la
planificación de los desarrollos urbanísticos, dado que en el
país había buenos profesionales de este tipo y de gran
capacidad.
En 1914, y
hasta 1918, se hizo cargo de la Dirección de Paseos de la
Municipalidad, dependencia en que la venía trabajando como
simple empleado desde 1900. Bajo la dirección de Carrasco se
realizaron importantes obras en la ciudad, como el Rosedal de
Palermo, buena parte de la infraestructura del Jardín Botánico
-la Escuela de Jardineros (hoy Escuela Cristobal Hicken,
ubicada sobre la Avda. Las Heras), el Museo, la biblioteca, el
herbario, el taller de fotografía, los semilleros, etc.- y un
proyecto integral para el tratamiento paisajístico de la
Costanera Sur ("Plano y Memoria descriptiva de las obras de
embellecimiento de la costa").
Fundó en 1925, junto a Pedro Luro,
Emesto de la Cárcova, Luis Agote y Miguel Cané, entre otras
personalides, la asociación de "Los Amigos de la Ciudad", cuya
finalidad era el mejoramiento del ambiente urbano porteño.
A mediados
de la década del '20, Carrasco publicó su obra principal:
"Parques y Jardines", que se covertiría en un clásico en la
historiografia paisajística nacional. En esa época, la
Municipalidad porteña decidió encarar un plan de mejoramiento
urbano integral. Los candidatos para la ejecución del proyecto
fueron Carrasco y el paisajista francés J. Forestier. "Los
Amigos de la Ciudad", con Carrasco como principal referente,
combatieron ferozmente la contratación del especialista
europeo, oponiendo un proyecto propio que preveía la
construcción de 409 hectáreas nuevas de parques, constituir a
la Avenida General Paz en el gran cinturón verde de la ciudad,
y racionalizar el destino de los terrenos municipales en pos
del mejoramiento de la ciudad. Finalmente se impuso el
proyecto de Forestier, hecho que constituyó una de las mayores
frustraciones profesionales de nuestro connacional.
Benito J.
Carrasco falleció el 15 de octubre de 1958, pero su labor no
ha caído en el olvido. Muchas de sus obras, con el paso de los
años, han ganado en trascendencia y sus desarrollos teóricos
se han convertido en material de consulta obligado para varias
generaciones de especialistas.
Carlos Davis
Fuente:
"Benito Javier Carrasco: sus textos", Sonia Berjman (Comp.),
Orientación Gráfica Editora, Buenos Aires, 1997.