Eran épocas en las cuales no
había tanto auto suelto y la
vida fluía a otro ritmo.
Eran años en que las cosas
simples (que mas simple y
primitivo que el fuego)
servían de suficiente excusa
como para disparar un evento
colectivo, sencillo,
inocente y casi inofensivo.
Es cierto, sin embargo, que
pocos eran los que conocían
el porqué, la razón del
fuego, el sentido de la
fecha.
Creemos que es útil rescatar
al respecto unos párrafos
escritos por el licenciado
Conrado De Lucia:
"Para los cristianos, el 29
de junio es la fiesta de San
Pedro y San Pablo, el primer
Papa y el gran Apóstol de
los Gentiles. Según la
tradición, ambos fueron
ejecutados alrededor del año
67, por orden de Nerón.
Pedro fue crucificado cabeza
abajo según su deseo, por
considerarse indigno morir
como su maestro. Pablo fue
conducido a Ostia, y allí
fue decapitado.
Ahora bien, en la
religiosidad popular, los
elementos de la naturaleza
(el agua, el árbol, las
flores, el fuego), son
signos de otra realidad
trascendente e inefable. El
simbolismo del fuego
–concretamente- tiene
siempre un trasfondo
religioso: expía el
demonismo de las brujas,
ahuyenta los malos
espíritus, conmemora
acontecimientos sagrados...
"
La música tampoco estuvo al
margen de esta fecha. En
1958 le cupo al poeta Julio Huasi retratar las
imágenes de este día
particular acompañado por la
música del violinista Ismael
Spitalnik. Leamos pues parte
de aquellos versos:
Los purretes trajeron la
madera,
tablones, sillas rotas, un
catre y un cajón.
La montaña se hará pronto
una hoguera,
las viejas tendrán brasas,
no gastarán carbón.
Un incendio crepita en cada
esquina,
en medio del invierno todos
tienen calor;
las muchachas de risa
cantarina
los ojos se les queman,
fogatas del amor.
Yo quisiera poner algún
muñeco,
llenarlo con las penas, la
angustia y el sufrir,
y tirarlo cual pobre palo
seco
y que se vuelva humo por
siempre en mi vivir.
Invitamos pues a los
vecinos, abuelos, niños,
mayores y jóvenes, a sumarse
a esta conmemoración que
podrá servir de excusa para
que el diálogo entre las
generaciones de la casa se
construya y reavive;
poniendo en contacto a los
más chicos con las
tradiciones que
condimentarán su vida y le
darán parte de su identidad
futura.
Carlos Davis