PUEDE APELAR
ANTE LA CÁMARA DE CASACIÓN PENAL
No a la
liberación de Guglielminetti
22/02/2007
- El represor y
ex agente de inteligencia, Raúl Guglielminetti sufrió un
nuevo revés judicial. La Cámara Federal rechazó una
apelación de su abogado contra el fallo del juez federal
Daniel Rafecas que había ordenado mantenerlo detenido.
El tema ahora podrá ser analizado por la Cámara de Casación
Penal, máximo tribunal del país en materia penal.
Guglielminetti fue hallado a "prima facie" responsable por
el secuestro de 65 personas, 24 de ellas desaparecidas,
ocurridas durante los primeros meses de la dictadura en el
ex Centro Clandestino de Detención y Tortura "Automotores
Orletti" ubicado en la calle Venancio Flores
3519.
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Se estima que
por "Automotores Orletti" pasaron más de 200 detenidos,
algunos de ellos uruguayos, paraguayos, bolivianos y
chilenos ya que el taller mecánico funcionó como una de las
bases del denominado "Plan Cóndor", por el cual las
dictaduras latinoamericanas coordinaron su acción represiva
contra sus opositores políticos. |
La detención de
Guglielminetti fue dictada
en el marco de la megacausa
por violaciones a los
derechos humanos cometidas,
entre 1976 y 1983, en el
ámbito del Primer Cuerpo de
Ejército, que se reactivó
tras la derogación y nulidad
de las leyes de obediencia
debida y punto final.
Por el mismo expediente
se encuentran también procesados el ex comodoro Néstor
Guillamondegui, el ex general Eduardo Cabanillas, el ex
coronel Rubén Visuara y el ex agente de inteligencia Honorio
Martínez Ruíz.
Entre las víctimas del
grupo se encuentran Marcelo Gelman, hijo del poeta Juan
Gelman, y el contador Carlos Santucho, hermano del fundador
del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Mario Santucho.
Automotores Orletti estaba
conformado por dos plantas.
En la planta baja existía un
gran salón. Una división
baja lo separaba del retrete
(uno para treinta personas)
y del lavadero. De allí
salía una escalera de base
de concreto y peldaños de
madera. Había tierra, grasa,
chasis de autos
desparramados y automóviles
secuestrados. Lo más
siniestro era el gran tanque
de agua con una roldana
desde la cual pendía la soga
que usaban para colgar a los
presos que iban a
experimentar el "submarino".
En la planta superior
funcionaban una sala de
interrogatorios, otra de
torturas y una terraza donde
se colgaba la ropa a secar.
Los militares llamaban a ese
centro "El Jardín".
En su momento el juez
Rafecas expresó: "Todo secuestrado era sometido a un régimen
con tanta carga de terror y sadismo, que de por sí era
constitutivo del delito de imposición de tormentos". Vale
recordar que Rafecas fue el primer juez que equiparó los
centros clandestinos de detención con los campos de
concentración del nazismo.
Guglielminetti
(sindicado también como integrante de la Alianza
Anticomunista Argentina -AAA-) permaneció por años con orden
de captura, prófugo, hasta que en agosto pasado fue detenido
en una quinta de Mercedes.
La Cámara Federal, si bien
rechazó el pedido de
excarcelación interpuesto
por el abogado de
Guglielminetti, Gustavo
Pablo Labora, dejó abierta
la posibilidad de que se
recurra finalmente a la
Cámara de Casación Penal,
máximo tribunal del país en
materia penal. La historia
aún no ha terminado.
Carlos Davis