POR LA JUSTICIA,
CONTRA LA IMPUNIDAD
Gregorio
Álvarez por fin detenido
22/12/2007
- Los
uruguayos festejaron la detención del ex general y
presidente del hermano país durante la oscura época de la
dictadura
militar (1973-1985). Álvarez está sindicado como uno de los
máximos responsables de la represión uruguaya dentro del
marco del Plan Cóndor. De acuerdo a la información que
maneja el juez Charles, Álvarez habría sido el responsable
de que muchos de los detenidos que pasaron por Automotores
Orletti fueran llevados a Uruguay o directamente asesinados
en los llamados "vuelos de la muerte". En el año 1978
Álvarez proclamó su total responsabilidad por las eventuales
violaciones a los derechos humanos que se pudieran cometer
en la lucha contra la subversión.
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La difusión internacional
del caso de Claudia García
de Gelman, quien fue llevada
embarazada a Montevideo en
1976 junto a un grupo de
uruguayos desde Orletti,
sirvió de detonador para que
el gobierno de Tabaré
Vázquez hiciera uso de un
punto específico de la Ley
de Caducidad (de impunidad)
impuesta en Uruguay, y se
abriera ese juicio. |
María Claudia, cuyo esposo
Marcelo Gelman fue asesinado
y desaparecido y su cuerpo
encontrado años más tarde en
un tonel de aceite con
cemento en el fondo de un
río cerca de Buenos Aires,
tuvo una niña en un centro
clandestino de Uruguay, que
le fue robada y entregada a
la familia de un policía.
Además del
“caso Gelman” siguieron otros que constituían delitos de
lesa humanidad no prescriptibles, lo que permitió un avance
en Uruguay en el tema de Cóndor. A su vez, las
investigaciones sobre Orletti en Argentina, nuevos
documentos y testimonios y los juicios en marcha aquí,
permitieron anudar datos y conocimientos.
Además,
Álvarez figuraba en la lista de los primeros acusados en
Argentina junto a Videla, los ex dictadores Augusto Pinochet
de Chile, Alfredo Stroessner de Paraguay y Hugo Bánzer de
Bolivia, todos relacionados con el plan Condor.
Los testimonios de las
víctimas sobrevivientes de
Orletti, como Sara Méndez,
Ana Inés Quadros, Ana María
Salvo Sánchez, Alvaro Nores,
Alicia Raquel Cárdenas,
Ariel Rogelio Soto Loureiro
y tantos otros detenidos en
Buenos Aires y llevados al
centro de tortura y muerte
de Automotores Orletti,
permitieron conocer la
identidad de los
torturadores y
secuestradores uruguayos y
argentinos.
Dueño de vida y bienes de
cientos de miles de
uruguayos, Álvarez firmó en
julio de 1978 la circular
7777 en la que asumió su
responsabilidad por las
eventuales violaciones de
derechos humanos que se
pudieran cometer en el
"combate a la subversión".
Fuente:
La
Jornada -
Diario
Digital RD