CONTRA LA
EXPLOTACIÓN Y LA INMIGRACIÓN ILEGAL
Fallo crucial
contra el trabajo esclavo
11/12/2007
- El
viernes pasado la Cámara Federal confirmó el procesamiento
de los dueños de los talleres clandestinos que fueron
allanados por el juez Oyarbide en abril pasado. Todos ellos
fueron denunciados durante el año 2005 y 2006 por La
Alameda, la Uniòn de Trabajadores Costureros y la Defensoría
del Pueblo de la Ciudad. Los cargos por los que marchan a
juicio oral son: reducción a la servidumbre y violación a la
ley de migraciones. Lo más saliente del fallo de la Cámara
es que indica que la investigación no debe limitarse a los
talleristas, sino abarcar también a quienes se han
aprovechado de ellos para maximizar sus ganancias.
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Vale recordar que los
talleristas procesados
trabajaban para Lacar,
Montagne, Rusty, pequeñas
marcas de la calle
Avellaneda e incluso en un
caso fabricaban uniformes
para la Gendarmería Nacional
como es el caso del taller
de Ramón Falcón que
regenteaban dueños de
nacionalidad coreana. Otros
patrones eran de origen
boliviano. |
Los talleres denunciados en
aquella oportunidad estaban
ubicados en Laguna 940, E.
Garzón 3853, Portela 1251,
Ramón L. Falcón 3175 y
Rafaela 3745.
Juan Carlos Salazar
Nina y Remedios Flores eran los dueños o encargados
responsables de los talleres ubicados en Laguna 940 y E.
Garzón 3853.
Julio Parisaca Cocarico
fue detenido como responsable del taller sito en Portela
1251.
Sung Ho Han, Han Ki
Gone, Kim Ki Ja y Park Sun Keun fueron detenidos en el
interior de la finca sita en Ramón Falcón 3175.
Esteban Mario Lucana
Choque es imputado como responsable del taller que
funcionaba en la calle Rafaela 3745, al igual que Raúl Poma
Poma, Lucio Huaca Calisaya y Martín Fernández Llanos.
En estos talleres
habitaban y trabajaban personas, muchas de ellas residentes
ilegales, incluidos menores de edad, en una situación al
menos análoga a la esclavitud.
Se espera que en los
próximos días salga el primer dictamen de la fiscalía
federal que entiende en la megacausa de trabajo esclavo. En
él se efectivizaría un pedido de indagatoria a varios
directivos de una marca de primer nivel que tiene bocas de
comercialización en todos los shoopings.
Las grandes marcas, las
prestigiosas, tampoco parecen poder escapan a la tentación
de tercerizar su producción contratando a pequeños talleres
como los anteriormente mencionados sostenidos por el trabajo
esclavo de decenas de empleados textiles.
La situación de
explotación y reducción a la servidumbre que sufren estas
personas fue denunciada en varias oportunidades por la
Cooperativa la Alameda y la Unión de Trabajadores
Costureros, quienes presentaron denuncias ante la Defensoría
del Pueblo de la Ciudad y la justicia porteña.
Según los camaristas,
las víctimas de estas maniobras "habrían estado expuestas al
dominio absoluto de los dueños de los talleres textiles,
habiéndose visto, consecuentemente, menoscabadas en su
libertad".
Sin embargo esta
historia de explotación parece querer revertirse.
"Lentamente, la larga lucha contra el trabajo esclavo
comienza a dar sus frutos. El tiempo empieza a estar a favor
de los pequeños", dice Gustavo Vera de La Alameda, y parece
tener razón.
Carlos Davis