Floresta: nombre dado por Ordenanza N° 26.607 B.M. 14.288
en La Casa del
Historiador, Bolívar 466
Grandes
mujeres, grandes historias
10/03/2016
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La
Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico organiza
el ciclo "Jueves de Cine" en La Casa del Historiador,
Bolívar 466, pudiéndose
ingresar también por el "Espacio Virrey Liniers", Venezuela
469. El programa incluye una serie de obras
cuyo denominador común durante el presente mes es el de
retratar a mujeres con un perfil potente y definido. En la
tarde de hoy se proyectará "Philomena", película británica
del año 2013, dirigida por Stephen Frears,
basada en la historia real de Philomena Lee, una adolescente
irlandesa que viviendo en un internado de monjas queda
embarazada y luego da a su hijo en adopción. Las funciones
comienzan a las 18 hs. Entrada gratuita, ambiente climatizado.
Basada en
hechos reales. Philomena Lee, una adolescente irlandesa que
vivía en un internado de monjas, se quedó embarazada y se
vio obligada a dar a su hijo en adopción. Cincuenta años
después, decide contárselo a su hija y se pone en contacto
con un periodista de la BBC para que le ayude a contar su
historia y a encontrar a su hijo.
La historia arranca
cuando el
periodista Martin Sixsmith acaba de perder su trabajo como
asesor del Partido Laborista del Reino Unido y no está
seguro de si dedicarse a correr o a escribir un libro sobre
la historia de Rusia. Mientras tanto, Philomena Lee le
confiesa a su hija que, cincuenta años atrás, ella dio a luz
a un niño en Irlanda, pero debido a que no estaba casada se
vio forzada a darlo en adopción. Poco tiempo después, Martin
conoce a la hija de Philomena en una fiesta. Aunque en un
principio él desprecia las historias "de interés humano",
necesita trabajar y un editor quiere la historia de
Philomena. Posteriormente se reúne con ella y juntos
comienzan a investigar lo que pasó con su hijo.
Philomena dio
a luz a su hijo Anthony en un convento de Roscrea y fue
obligada a renunciar a sus derechos maternos. Lo cuidó hasta
que fue adoptado a los tres años mientras trabajaba como
lavandera. Su mejor amiga en el convento tenía una hija
llamada Mary, que era buena amiga de Anthony. Un día, una
pareja visitó el convento para adoptar a Mary, pero se llevó
a ambos niños porque eran inseparables.
Martin y
Philomena inician su búsqueda en el convento. Las monjas son
atentas y amables, pero no tienen información, pues aseguran
que los registros de las adopciones desaparecieron hace años
en un incendio. Ahogando su frustración en un bar, Martin
conoce a un joven que le narra los rumores que ha oído de
los más ancianos: el convento deliberadamente destruyó los
documentos en una hoguera y vendió niños a padres adoptivos,
principalmente de los Estados Unidos.
Como
periodista y asesor político, Martin cuenta con gran número
de contactos en los Estados Unidos. A pesar de que llegan a
un callejón sin salida en Irlanda, los contactos de Martin
en América podrían servir de ayuda. Investigando pasaportes
y otros registros, Martin descubre que el hijo de Philomena
ha sido adoptado por Doc y Marge Hess, quienes lo
rebautizaron como Michael Hess. Michael creció y se
convirtió en un oficial de alto rango durante la
administración del presidente Ronald Reagan. También se sabe
que mantenía su homosexualidad oculta porque el Partido
Republicano era altamente homofóbico. Finalmente, Martin se
entera de que Michael murió hace nueve años debido a
complicaciones derivadas del sida.
A
regañadientes, Martin le cuenta la verdad a Philomena, pero
ambos continúan sus esfuerzos hasta encontrar a gente que
hubiera conocido a Michael en vida. Gracias a unas viejas
fotografías, Martin se da cuenta de que él estuvo con
Michael una vez cuando trabajó para la BBC. Más tarde,
acompañado por Philomena, Martin visita a la hermana de
Michael, Mary, quien les dice que su madre adoptiva fue
cariñosa, pero su padre y sus hermanos no mostraban afecto
por él. Mary les da el nombre del novio de Michael, pero no
dice lo que Philomena más quiere escuchar: si su hijo había
intentado buscar a su madre biológica en algún momento.
Después de
evitar las llamadas de Martin, el exnovio de Michael
finalmente accede a conversar con Philomena. Él dice que
Michael siempre quiso conocer a su madre verdadera y que en
una ocasión visitaron juntos el convento de Irlanda en busca
de información, pero las monjas le dijeron que habían
perdido contacto con ella. También les dice que el último
deseo de Michael era ser sepultado en el cementerio del
convento con la esperanza de que su madre algún día pudiese
leer el mensaje de su lápida.
La historia
concluye donde comenzó: en el convento. Martin se enfrenta a
una monja que estuvo presente cuando le arrebataron el niño
a Philomena. La monja no se muestra arrepentida y dice que
la pérdida del hijo fue el castigo de Philomena por haber
cometido el pecado de la fornicación. Philomena perdona a la
monja y se dirige a la tumba de Michael, donde lee su
epitafio.